Maia mejoró notablemente y debe volver a China


La familia de Maia Marzano vuelve a realizar colectas para financiar un segundo viaje a China con el fin de que la niña se someta a la segunda instancia en su tratamiento con células madres que podría significar un gran avance para su motricidad. “Fue tan grande el progreso que tuvo con el primer tratamiento, que se puede lograr muchísimo más”, explicó la mamá de la nena, Miriam Córdoba.

A 9 meses de su tratamiento con células madre, los progresos son innumerables. De acuerdo el relato de su mamá, Maia ya puede mantener mucho más el paso de su cabeza, tiene más fuerza en sus músculos para sentarse, ahora puede mover sus dedos para agarrar algunas cosas y hasta incluso pronuncia algunas palabras.

“Cuando la queremos bañar, que ella no quiere saber nada, es como un gato en el agua, empieza a gritar y dice `hay Dios`… se queja, antes no podía hacer eso”, contó con satisfacción la mamá de Maia, graficando las mejoras logradas a partir del tratamiento de células madre.

Miriam destacó además que los primeros dos grandes cambios que tuvo y que todos notaron fue el de su mirada, ya que desde que regresó del viaje se la notó más conectada. “Antes era como que estaba y no estaba. Ahora está cognitivamente más conectada”, explicó. “Comprende las cosas y acata ordenes como por ejemplo cuando trabaja con el kinesiólogo que le manda órdenes al cuerpo”, continuó.

El otro gran progreso fue el desprendimiento de la columna vertebral de su pulmón, ya previo a su tratamiento, ambas partes se encontraban pegadas, lo que comprometía el funcionamiento del órgano y a Maia le producía constantemente enfermedades respiratorias y riesgos de paro respiratorio. "Cuando llegamos la columna se había despegado del pulmón y este empezó a funcionar lo más que bien”, celebró Miriam.

Dadas estas mejoras y a partir de estudios que habían solicitado médicos que habían intervenido a Maia en China, se determinó que debe volver a viajar para realizar una segunda instancia en el tratamiento de células madre.

“Fue tan grande el progreso que tuvo con el primer tratamiento, que se puede lograr muchísimo más para que ya no sufra, porque -como ya comprende- se siente frustrada de no poder hacer algunas cosas”, expresó Miriam. “Con este segundo tratamiento ella ya podría terminar de sentarse, hacer cosas que impliquen un mayor grado de independencia y se podría manejar más solita”, agregó.

La familia y allegados ya están organizando todo para empezar con una nueva campaña solidaria para recaudar fondos. “Estamos pensando en utilizar otros medios de recaudación y vamos a retomar la recolección de tapitas”, anticipó en diálogo con este medio. Y se viene la segunda nomás…