Enorme operativo en Brasil por la visita del Papa Francisco


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció hoy que como parte del Operativo Agata 7, que es parte del Plan Estratégico de Fronteras lanzado en 2011, enviará 35.000 militares a las fronteras con motivo de la próxima visita del papa Francisco.

Además, la Policía ocupó una favela (villa de emergencia) para completar el llamado "cinturón de seguridad" en puntos próximos a la estatua del Cristo Redentor, en Río de Janeiro.

"Protegiendo nuestras fronteras aumentamos la seguridad de la población y de los grandes eventos que se aproximan, como la Copa de las Confederaciones en junio y la Jornada Mundial de la Juventud católica, el mes que viene, cuando vamos a recibir la visita del papa Francisco", afirmó Rousseff.

El pontífice arribará a Rio de Janeiro el 22 de julio para el encuentro juvenil en el que se espera la presencia de unos dos millones de fieles.

En tanto, los militares y la Policía Federal ya montaron un plan de seguridad en el que se contemplan desde la hipótesis de "un lobo solitario" que intente agredir al Papa hasta un ataque químico contra los peregrinos.

Según explicó la mandataria de Brasil, el Operativo Agata 7 cubre las fronteras “de casi 17.000 kilómetros para impedir la entrada de armas y drogas”, y es coordinado por el Ministerio de Defensa, con las Fuerzas Armadas.

Se instalarán cámaras en los pasos fronterizos por donde pasará el grueso de jóvenes que vendrán del exterior para la jornada y efectivos de la Policía Militarizada ocuparon una favela de la zona sur de Río de Janeiro, donde fue instalada una base permanente, para expulsar a los narcotraficantes y completar el "cinturón de seguridad" en puntos próximos a la estatua del Cristo Redentor.