El ex jugador de River Plate y reconocido a nivel mundial brindó ayer por la tarde una charla abierta en el club. Hubo una masiva concurrencia y se reunieron muchos alimentos para el comedor del club, que era uno de los fines de esta convocatoria.
El evento se llevó a cabo en el Microestadio de Básquet Alejandro “Palo” Metz y sin importarles la lluvia, cerca de 700 personas fueron las que se acercaron al club a escuchar al ídolo. Cada una de ellas acercó un alimento no perecedero para el comedor “Corazones Celestes”, que diariamente brinda almuerzo a casi 50 chicos de las divisiones menores de Temperley.
El acto comenzó cerca de las 20 y el uruguayo habló durante 45 minutos. Luego, cerró respondiendo preguntas de los juveniles que se animaron. El Príncipe recordó cuando jugó en el Alfredo Beranger en la década del 80, rememoró anécdotas con Adolfo Pedernera y se refirió a la figura de su padre, entre otros tantos temas. Luego, el presidente del club Hernán Lewin, junto a al vicepresidente Alberto Lecchi, le obsequiaron una camiseta ante el aplauso y la ovación de todo el gimnasio.
En el final habló con los medios y se mostró agradecido por la invitación de los dirigentes y aseguró que es muy importante educar a los jóvenes.
“La obligación de educar a los jugadores jóvenes la tenemos los más grandes. En mi época no existía la computadora, los celulares, etc. Hay que ser muy consistentes”. Y añadió: “ “Esta profesión no se puede transmitir. Hay que tenerse fe, creérsela en el buen sentido. Claro que hay que jugar bien, tener condiciones, pero a la vez ser consciente de lo que hay que hacer para llegar a la cima. Lionel Messi me dijo en España que él tuvo la fortuna de criarse en el potrero argentino, como muchos chicos de acá, pero que tuvo escuela europea de educación y cuidado”.
Francescoli pasó por Temperley
