Denuncian demoliciones y buscan preservar la “identidad histórica"


Las calles de Temperley mantienen un ritmo diferente al de las zonas céntricas y comerciales de la región. Se trata de barrios con acento británico rodeados de árboles y de numerosos chalets. Los vecinos que integran la asociación Fuenteovejuna denuncian el “avance de los negocios inmobiliarios” sobre los barrios y luchan por mantener la historia del lugar.

Con el objetivo de mantener la “impronta histórica y la identidad” de los barrios afectados por las nuevas construcciones, los vecinos concurrieron a las autoridades municipales de Lomas de Zamora y hacer escuchar su reclamo a través de diferentes medios. Sin embargo, todos los integrantes de la asociación aseguraron “no tener respuestas concretas” para solucionar el problema.

Alrededor de 10 manzanas de Temperley, ubicadas entre Meeks e Hipólito Irigoyen, son el motivo de los reclamos por parte de los vecinos que integran Fuenteovejuna. Es que, según informaron, “el avance de las topadoras” es una “amenaza” para las casas antiguas de la zona.

Denuncian demoliciones y obras en infracción constantes, a causa de la construcción de nuevos edificios. Numerosas casas antiguas fueron demolidas, según comunicaron los integrantes de la asociación, que reclaman “respuestas concretas”.

“Muchas construcciones son intervenidas por personas que no son arquitectas ni urbanistas y tampoco dejan abierto el tema a la participación de las asociaciones como la nuestra”, denunció Gustavo Di Leo, integrante de Fuenteovejuna, en diálogo con Info Región. “Estas medidas afectan mucho al barrio porque es una zona histórica y el municipio tiene el deber de defender la historia de los barrios”, completó.

Según explicó el vecino, las consecuencias de las demoliciones “desmedidas” y la construcción de nuevos edificios que responden a “intereses inmobiliarios” van desde problemas medioambientales -como la escasez de espacios verdes- hasta la “identidad histórica” de las personas oriundas de la zona.

Di Leo denunció que estos intereses “no concuerdan” con la defensa de los espacios verdes y la "identidad histórica" del barrio inglés. Y destacó la importancia de la participación de los vecinos en la solución al problema.

“Lo único que les interesa a los que llevaron adelante estas obras es la ganancia y son responsables de la demolición de muchas casas importantes para el barrio”, protestó Di Leo, quien aseguró que todos los integrantes de la asociación seguirán movilizándose por la protección del casco histórico y por la calidad de vida de todas las personas que residen en la zona.

Según informaron desde la Municipalidad de Lomas de Zamora, la demolición de edificios cuya construcción data de años anteriores a 1960 está prohibido "a excepción de una revisión y autorización de la comisión de vivienda" de la Comuna. A partir del nuevo Código de Planeamiento Urbano que está vigente desde el 2012, se prevé que los edificios no deben exceder la altura de 8,40 metros en zonas residenciales "de media y baja densidad poblacional".

La excepción a la norma son los centros comerciales del distrito ya que "no existe un límite de altura específico" debido a "la gran densidad de la población" que reside en los lugares.