Tres años sin Érica, el dolor ancló en la familia Soriano


Se cumplen hoy tres años de la desaparición de Érica Soriano y la tristeza ancló en la familia de la joven. Desde el 21 de agosto del 2010 que no se sabe nada de ella. Murió, presuntamente, a manos de su entonces pareja Daniel Lagostena, pero tampoco la familia pudo darle un entierro digno porque el cadáver nunca apareció.

Dolor, angustia, enojo. La familia Soriano atraviesa todas estas sensaciones a diario y la recuerda con mucho dolor hoy que se cumplen tres años de su desaparición.

“Como mamá siento que nada me va a devolver a mi hija, pasé por una etapa de mucha impotencia, pero simplemente pienso que ahora estoy para ayudar a otras personas y así evitar que no les suceda lo mismo que a mi hija”, expresó Esther, la mamá de la joven que estaba embarazada de dos meses y medio cuando desapareció.

En diálogo con Info Región, explicó que lo sucedido durante estos tres años de ausencia legitimó su visión respecto al problema de la violencia de género y la Justicia. Esther sostuvo que las agresiones hacia las mujeres parten de “diversas cuestiones” que tienen que ver tanto con una “visión particular de la sociedad” como de las instituciones que “no brindan el apoyo que necesitan” las mujeres víctimas de violencia.

“Debemos cambiar nuestras mentalidades, la protesta no me sirvió ni para obtener justicia por mi propia hija, la solución está en movilizarse por otro lado, pensar soluciones y proponer”, indicó la mujer. “Nosotros como sociedad estamos mal emocionalmente, tenemos que empezar a cambiar esta situación desde nuestras casas”, añadió.

Esther sostuvo que si bien “no hay forma” de que Érica pueda regresar, la única forma de compensar la tristeza de su ausencia es el trabajo arduo en evitar que otras mujeres caigan en el mismo problema. “Mi hija se fue cuando se tenía que ir, yo voy a seguir luchando para que esto no siga sucediendo”, cerró.

La lucha de los Soriano se transformó con el tiempo en una motivación para ayudar a las mujeres que son víctimas de violencia de género. Con el objetivo de buscar una posible solución al problema, la familia asumió su compromiso en la organización “Prevení”, un sitio creado para la asistencia, reflexión y contención de mujeres agredidas por sus parejas.

Érica Soriano tenía 30 años cuando desapareció y estaba embarazada de dos meses y medio. Hace exactamente tres años que no se sabe nada de ella. Vivía en Lanús junto a Daniel Lagostena, su entonces pareja y único acusado por la muerte de la joven. El relato de Lagostena indica que ella salió de la casa a visitar a su madre en Villa Celina, pero nunca llegó a destino.

El dolor sigue presente, pese al paso del tiempo. Érica ya no volverá a su casa y Esther no conocerá a ese nieto que esperaba con ilusión. Tampoco pudo darle una sepultura digna a su hija porque el cadáver sigue sin aparecer. Tampoco se sabe cómo murió. Tres años de reclamos, tres años sin justicia.