Lomas, una ciudad en la que confluyen múltiples estilos arquitectónicos


Si bien en la actualidad Lomas de Zamora se ha transformado en una gran urbe con torres y edificios de gran altura, muchas de sus localidades aún conservan la arquitectura de estilo inglesa que las vieron nacer. En Temperley y Banfield, sobre todo, son muchas las casonas que se preservan desde la época que marcó los inicios del Ferrocarril Sud, que hizo fecunda a esta zona. Es por eso que hoy lo antiguo y lo moderno se combinan.

En diálogo con Info Región, el historiador local y coordinador de Investigaciones Históricas del Museo Americanista de Lomas de Zamora, Luis Letizia, advierte que hoy existe en el distrito “un crisol de arquitecturas”, aunque lamenta que no siempre se preserven las construcciones que datan de otros tiempos.

Según relata, fueron varios los movimientos y estilos que determinaron la estética de la ciudad de Lomas de Zamora. “El origen de Lomas de Zamora se remonta al período colonial, en el siglo XVIII, con la estancia de Don Juan de Zamora, convertida en un puesto militar destinado al cuidado de la caballada del Rey desde 1801. De esas edificaciones nada se conservó, ni siquiera fotos. Fueron demolidos a fines de la década del 40, sin pena ni gloria”, se lamenta.

Otra edificación “interesante”, recuerda, fue la “Quinta Los Nogales”, propiedad de Ignacio Correas desde 1815. “La casona consistía en una estructura en L que abrazaba un patio y contaba con numerosas habitaciones. Fue demolida una década después que la anterior, en los ‘50”, apunta.

En agosto de 1825, en tanto, arribó a la zona un contingente de inmigrantes escoceses, en un emprendimiento gestionado por los hermanos Juan y Guillermo Parish Robertson y el entonces ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, Bernardino Rivadavia. “Los extranjeros se alojaron en un primer momento en la estancia de Santa Catalina, que contaba con rasgos arquitectónicos neoclásicos, de planta lineal, con mirador, característica de la arquitectura litoraleña”, comenta Letizia.

Pese a todo esto, la casa más antigua en pie data de 1858. La obra fue proyectada y dirigida por los arquitectos genoveses Nicolás y José Canale, para “el señor Esteban Adrogué”. “El edificio fue construido antes de la creación del partido de Lomas de Zamora el 10 de septiembre de 1861, y ostenta el título de ser el más antiguo dentro del municipio”, asegura, en referencia a la famosa Quinta Los Leones, que hoy alberga al Hogar Pereyra, en Alvear 920, Banfield.

“Es importante destacar que puede existir dentro del perímetro comunal otra edificación anterior a esta aún sin datar”, remarcó Letizia, y agregó: “La Quinta fue declarada Monumento Histórico Nacional hace unos años y se mantiene gracias a que se trata de una propiedad del Obispado de Lomas de Zamora desde 1962”

“El proyecto de diseño era una novedad para su época. Se trata de una planta compacta con una galería desarrollada por 3 lados”, describió el edificio de estilo neorenacentista italiano.

El 7 de marzo de 1864 se colocó la piedra fundamental del Ferrocarril Sud. En ese momento Lomas tenía la apariencia de un “conjunto de chacras”, y la arquitectura predominante era la “italianizante, con cornisas y pilastras que modulan la fachada”.

Pero el paso del Ferrocarril marcó la necesidad de hacer un pueblo de ese conjunto de fincas. “Como se sabe, la empresa constructora de la línea era de capitales ingleses, que también traía mano de obra y materiales importados, por lo que se estableció en la zona una importante colectividad inglesa que introdujo su propio estilo”, detalla.

Las construcciones de esa época se caracterizaron por tener plantas en “U” con habitaciones que rodeaban a un patio, o en “I”, con una galería en el frente y contra frente. Tiempo después empezaron a agregar “ventanas salientes, galerías de madera, chimeneas en mampostería de interesante trabajo de aparejos, el color verde inglés, las tejas francesas o marsellesas con barandas de madera torneada y otros elementos de la arquitectura inglesa”.

“Los espacios verdes en las casas, con caminos sinuosos y paisajísticos pintorescos todavía se pueden ver en el barrio Inglés de Temperley, pero muchos ya han sido demolidos”, agregó.

Hacia principios del siglo XX surgió la época de las “casas-quintas de fin de semana”. En Lomas la calle de moda fue la avenida Francisco José Meeks. “En todo su recorrido se destacaban suntuosas casas quintas con jardín al frente, muy bien forestado”, cuenta.

En 1920 los herederos de Jorge A. Temperley lotearon la casa quinta familiar y la convirtieron en lo que hoy es el barrio Inglés, con su tradicional capilla presbiteriana de San Andrés, que data de 1913.

Finalmente llegamos al siglo XXI, cuando las viejas casas, “algunas de las cuales cubrían una manzana”, ya son loteadas. “Llegó la época de los condominios, se subdividen manzanas donde antes se levantaba una única casona rodeada de terreno y construyen edificios de tres pisos de arquitectura recta. Con muros al frente, negando a la ciudad”, criticó Letizia.

Es que la densa población del partido de Lomas de Zamora, 616.279 habitantes según el último censo, hizo que fuera necesaria la construcción de gran cantidad de edificios de altura.

“La altura genera contrastes con la arquitectura barrial, donde se mezclan chalets ingleses de dos plantas con la casa cajón económica, el edificio racionalista, la casa chorizo, etc”, aprecia Letizia.

Estancias coloniales, neoclásicas, quintas neorenacentistas italianas, chacras italianizantes, iglesias de estilo neogótico, edificios de estilo clásico inglés, casas quintas de fin de semana con jardines al frente, el barrio de chalets ingleses con su capilla presbiteriana, condominios, casas modernas y las construcciones racionalistas hoy son parte de un mismo distrito, algunas incluso desde antes de su fundación: Lomas de Zamora.