“Por repercusión, es lo más importante de mi carrera”


Noelia Petti cumplió con su objetivo: cruzar el Río de la Plata. En la madrugada del domingo se puso la malla y saltó desde unas piedras desde Colonia (Uruguay) hacia el agua, donde permaneció durante poco más de 12 horas para llegar a Punta Lara (Argentina).

Fueron 40 kilómetros de olas, mareas y fuertes vientos que no pudieron vencer a la nadadora de Burzaco que, con empeño, trabajo y dedicación logró unir dos países. De esta manera, se convirtió en la segunda mujer en lograrlo, al igualar a su compatriota Lilian Harrison, quien lo hizo en 1923.

La felicidad de Petti es difícil de ocultar: “No puedo creer lo que hice y lo que generó en la gente. El hecho de convertirme en la segunda mujer en hacerlo es un honor muy importante, así como también la valoración que me dieron las personas que estuvieron cuando llegué a Punta Lara, que me esperaron por mucho tiempo y me brindaron un gran aplauso”.

“Esto lo tomo como que los que estuvieron ahí valoraron mi carrera deportiva y lo que me llevó concretar el cruce, porque fue una carrera a base de mucho sacrificio y sentí que fue una coronación a todo lo que hice y superé”, indicó la profesora de Educación Física, en diálogo con Info Región.

La hazaña que hizo Petti muy pocos pudieron lograrlo y ella contó su experiencia: “Crucé a Uruguay el viernes porque tenía que arreglar algunas cosas con prefectura, me tiré a nadar un rato al río y el sábado, que estuve todo el día allá, me di cuenta que estaban todas las condiciones dadas para cruzar, pero como tenía organizado para el domingo aguardé al otro día. Me levanté a las 3 de la mañana y había un viento que no lo podía creer. Llegamos al puerto de Colonia y no nos escuchábamos ni lo que hablábamos, las autoridades me preguntaron si me iba a tirar por el mal clima, pero yo estaba decidida a hacerlo porque me sentía muy preparada físicamente”.

“A las 5:30 me tiré, no se veía nada, estuve nadando 1 hora y 30 minutos en la oscuridad total hasta las 7:30 que se hizo de día. Ahí mejoró un poco, pero el viento no nos dio tregua en ningún momento. Para dar cuenta de la dimensión, los que estuvieron en los barcos se la pasaron con náuseas, así que no se imaginan lo que era en el agua”, comentó.

Y agregó: “Pasé por momentos muy críticos, de dolores, cansancio, tuve frío, por lo que comí cosas calientes, y pese a todo pude llegar al punto exacto al que había planeado llegar. Conté con un excelente equipo, lo que me ayudó mucho en concretar el objetivo”.

“Salvo en la primera parte que veía que las condiciones no estaban dadas y dudé mucho en que lo iba a completar. No obstante, cuando amaneció tomé mucha más confianza. De todas formas, nunca se me cruzó por la cabeza abandonar, ya que además estuve muy motivada en llegar porque sabía que había mucha gente esperándome. Las últimas 3 horas las nadé con una nube arriba de mi cabeza y me la pasé rogando para que no llueva porque la prefectura me iba a sacar y pensaba en que lo único que me faltaba era que a una hora de llegar no pueda lograrlo por eso”, recordó.

Petti cumplió el cruce en un tramo de 12 horas y 4 minutos: “El tiempo superó mis expectativas, porque el que más rápido lo había hecho fue un chico más joven y con mejores condiciones climáticas que tardó 14”.

“He hecho mejores cosas deportivas que esto, como haber nadado en Canadá con aguas muy frías e hipotermia, pero esas cosas no se conocen. Con esto pude lograr que todos me valoren, porque vieron lo que hice. No obstante, las personas más cercanas siempre me reconocieron y el cruce fue una coronación a lo que la vengo remando hace mucho. Fue lo más importante que hice, no por lo deportivo, sino por la repercusión que tuvo”, mencionó.

Asimismo, celebró porque “el objetivo solidario es otra de las cosas que se cumplió con creces”. “Aprovechamos la ocasión para realizar una colecta de útiles escolares para la Casa del Niño de Emaus de Ministro Rivadavia. Fue mucho lo que se juntó y las personas que siguen llamando para acercar cosas. Acá no es solamente cosas materiales las que se necesitan, sino también gente que esté interesada en ir a ayudar”, explicó.

Por último, la nadadora dejó un mensaje para los adultos y niños: “El mensaje que quiero dar es que tengo 39 años y acabo de lograr una de las cosas más importantes de mi carrera y de mi vida, por lo que no hay excusas, si te lo proponés seguro lo conseguís”.

“Acá falta mucha cultura del trabajar para, porque los chicos siempre quieren obtener resultados ya. Para conseguir triunfos hay que laburar mucho, saber que el camino no es fácil, pero cuando se logra la satisfacción personal es muy difícil de explicar”, concluyó Petti, en una charla con este medio.

Por Santiago Coni