Advierten sobre el riesgo de perder una generación en Siria


Cinco organizaciones internacionales advirtieron hoy sobre el riesgo de perder una generación en Siria, país que ingresa en el cuarto año de un conflicto armado que ha devastado las vidas de millones de niños y jóvenes.

En un comunicado, el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), la Organización de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Mercy Corps, Save the Children y World Vision Internacional llamaron la atención sobre el impacto de la guerra en 5,5 millones de menores de edad.

En una visita al Líbano, responsables de las cinco organizaciones recorrieron los campos de refugiados sirios para difundir su mensaje e intentar hallar una salida a la situación.

El director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, señaló que "millones de niños inocentes viven una infancia que nadie debería sufrir. Los niños de Siria no pueden ni deben sufrir otro año más de horror, ya que la violencia y la crueldad marcaron sus vidas durante tres largos años".

Los cinco grupos pidieron de forma conjunta el fin de la violencia en el territorio sirio y la aplicación urgente de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para permitir el acceso a Siria sin restricciones de las organizaciones humanitarias.

Además, exigieron más fondos para ayudar a los menores a superar las heridas físicas y emocionales causadas por la contienda, más apoyo para educación y desarrollo, así como un mayor respaldo para disminuir el impacto económico en los países que reciben refugiados, sobre todo, el Líbano, Jordania, Irak, Egipto y Turquía.

El comunicado resalta que 1,2 millones de menores sirios viven como refugiados en esos países y que desde el inicio de la guerra nacieron unos 37.000 niños sirios refugiados.

Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, "los sirios representan el mayor grupo de personas desplazadas forzosamente de todo el mundo, y hay más niños sirios desarraigados que en cualquier otro país".

Destacó que esos menores necesitan "y merecen" ser protegidos y recibir atención médica y educación.

En Siria, el 60 por ciento de los centros de salud y el 33 por ciento de las plantas de tratamiento de agua fueron destruidos por el conflicto armado.

Las tasas de vacunación se desplomaron, lo cual ocasionó la reaparición de enfermedades como la poliomielitis.

Casi 3 millones de niños no acuden a clase de manera regular, ya que el 20 por ciento de las escuelas de Siria están destruidas, sufrieron daños o están siendo utilizadas para fines militares tanto por las fuerzas gubernamentales como por los opositores.

En opinión de Lake, "si el mundo pudiera dar marcha atrás en el tiempo dos años o más, y hubiera sabido la devastación ocasionada por el conflicto, sin duda habría hecho más para acabar con esto". "Imagínense cómo será dentro de un año teniendo en cuenta que el coste humano sigue aumentando. Es hora de decir `basta`", agregó.

La guerra civil comenzó hace tres años con la represión estatal de una inédita ola de manifestaciones opositoras y poco a poco degeneró en un sangriento y complejo conflicto que estuvo al borde de incluir una intervención militar estadounidense.