Masacre de Wilde: Rechazaron un recurso para revisión de condenas


La Suprema Corte de Justicia bonaerense rechazó un recurso extraordinario para recurrir a la órbita nacional presentado por los policías acusados de matar a cuatro personas en 1994, en un caso que se conoció como la "Masacre de Wilde".

El fallo, que se conoció ayer pero fue firmado el 3 de abril último, rechazó el recurso extraordinario de recurrir a la Corte Suprema de Justicia que habían presentado los policías, cuyos sobreseimientos fueron dejados sin efecto en noviembre pasado por el máximo tribunal bonaerense, que ordenó reabrir la investigación.

El 27 de noviembre, la Suprema Corte provincial consideró que el cuádruple crimen conocido como "La masacre de Wilde" representa una "grave violación de los derechos humanos con aptitud para comprometer la responsabilidad internacional del Estado".

Por la "Masacre de Wilde" habían sido detenidos y procesados los policías Cesar Córdoba, Carlos Saladino, Norberto Mantel, Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Pablo Dudek, Marciano González, Julio Gatto, Hugo Reyes y Marcos Hugo Rodríguez.

Los sobreseimientos de los efectivos fueron dispuestos por la Justicia de primera instancia y confirmados por la Cámara de Apelación y Garantías del Departamento Judicial Lomas de Zamora, aunque a fines del año pasado fue revocado por la Corte provincial.

La masacre de Wilde ocurrió el 10 de enero de 1994, cuando 11 policías de la ex Brigada de Investigaciones de Lanús de la policía bonaerense descargaron casi 240 tiros de itacas y ametralladoras sobre dos autos en busca de supuestos delincuentes y asesinaron a cuatro personas.

Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Ciccutín, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Claudio Díaz.

De acuerdo a la investigación, un Renault 21 en el que se conducían cuatro efectivos de la Brigada de Investigaciones de Lanús, interceptó el paso y chocó el Peugeot. Minutos después se sumaron otros cinco policías que llegaron en otro vehículo y acribillaron a balazos el Peugeot, por lo que murieron los tres ocupantes.

Ante esta situación, Díaz trató de eludir esa escena, pero un grupo de los policías lo hicieron detener, bajar del auto con sus manos en alto y lo obligaron a tirarse al piso. Cuando Ciccutín trató de hacer lo mismo fue baleado y luego murió en el hospital de Wilde por esas heridas.

De acuerdo a los peritajes, ambos vehículos y las víctimas recibieron unos 200 impactos de bala calibre 9 milímetros, disparados con pistolas y al menos un subfusil Uzi.