¿Se puede evitar la muerte súbita?


Tras los últimos casos de “muerte súbita” que se dieron a conocer, cardiólogos analizaron la situación y brindaron para encarar un deporte o ejercicio. ¿Se puede evitar la muerte súbita? ¿Qué hacer ante un ataque?

Un chico de 14 años murió la semana pasada en Palermo, tras una clase de gimnasia; un joven que corrió un maratón en Córdoba murió tras ganar la competencia; y son muchos los casos ocurridos en el fútbol. Estas situaciones encienden el alerta y generan preguntas, dudas y temores en la población.

En diálogo con Info Región, el cardiólogo de Monte Grande Omar Prieto recordó que, si bien la actividad física “exprime al máximo nuestro sistema cardiovascular”, generando situaciones de riesgo, “trae grandes beneficios a posterior”. “Es por eso que uno determina que para poder hacer una actividad física, debe ser evaluada”, completó.

“Hay lineamientos mundiales que determinan los requerimientos básicos para la práctica de una actividad deportiva, que es la consulta con un médico especialista y estudios que incluyen un electrocardiograma y, eventualmente, un análisis de sangre”, explicó el médico, al tiempo que señaló la necesidad de profundizar los controles en escuelas y colegios.

La ergometría, o prueba de esfuerzo, es un estudio normalmente utilizado para deportistas “de mayor categoría”, los denominados deportistas de elite o alto rendimiento, y no suelen ser requeridas para los estudiantes. Sin embargo, Prieto razonó que hoy en día sería razonable la realización de este tipo de estudios a los alumnos escolares anualmente: “Por el tipo de actividad que llevan, si bien no corresponde a deportes de elite, las exigencias son elevadas, entones lo que antes era recreativo, sin darnos cuenta se transformó en algo de elite”, admitió.

Respecto a la “muerte súbita”, Prieto explicó que se divide en dos grupos dependiendo de si las causas son de origen cardiovascular o no. En los casos en los que no, “puede corresponder a eventos neurológicos”, como malformaciones en arterias o venas en el cerebro o trastornos del metabolismo que incluyen minerales.

En caso de que se desarrolle un episodio de ataque cardíaco, Prieto apuntó: “El primer auxilio de todos es, si uno desconoce del tema, llamar a alguien o ponerse en contacto con el servicio de emergencias médicas, inmovilizar al paciente y no entrar en pánico”. Luego, se debe proceder a “evaluar la actividad de pulso, la respiración y, en base a eso, seguir los lineamientos que determinan la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica: La respiración y el movimiento cardiovascular”, amplió.

Destacó que en el país se cuenta con la Cruz Roja, la Sociedad Argentina de Cardiología y la Sociedad Americana de Cardiología, que disponen de cursos de RCP.

Por otra parte, recordó que existen unidades de emergencia “que son cardiodesfibriladores automáticos que uno, simplemente con apoyarlo sobre el pecho del paciente, el mismo aparato le da las indicaciones de cómo proseguir”. “Los costos económicos son elevados, pero los beneficios son incalculables. Salvar una vida no tiene precio”, consideró.

“Hay muchas alternativas, hoy por hoy se puede prevenir esto, lo que pasa es que desafortunadamente terminamos tomando conciencia después de estas tragedias”, concluyó.

Por su parte, Guido Bergman, cardiólogo y fundador de Programar, Proyectos Educativos, una institución que realiza encuestas y brinda charlas sobre diversos temas de salud en escuelas, señaló que en los casos de muerte súbita se deben distinguir dos grupos etáreos: Los menores de 35 años, generalmente víctimas de “problemas genéticos o congénitos”, y los mayores, afectados principalmente por las enfermedades de las arterias.

“Habitualmente hay alguna alteración del corazón que genera una arritmia grave que hace que el corazón se pare o alguna alteración propia de las personas con una tendencia hacia la arritmia”, explicó.

Sin embargo, aclaró que la mayor parte de los casos de muerte súbita “no son causados por algo que uno hubiera podido prevenir fácilmente”, ni siquiera con estudios.

Bergman remarcó la necesidad de tener en cuenta los antecedentes tanto personales como de los padres ya que muchas de las afecciones que causan estos episodios son congénitas o hereditarias, e insistió en la importancia de “cada uno tomar los recaudos necesarios para que no haya situaciones que predispongan a eventos cardíacos, como estar bien alimentado e hidratado”.

Al igual que Prieto, Bergman coincidió en que “no cabe ninguna duda que el ejercicio es fundamental para la prevención de cualquier tipo de enfermedades, desde la obesidad infantil, causada en gran parte por el sedentarismo”.