Francisco instó a los sacerdotes a "trabajar por las familias" en Calabria


"Que nunca más ocurra que un niño deba sufrir la violencia, deba padecer estos sufrimientos", pidió.

Y agregó: "Os animo a seguir trabajando con la familia y por la familia. Es un trabajo que el Señor nos pide hacer de un modo particular en este tiempo, que es un tiempo difícil tanto para la familia como institución, como para las familias a causa de la crisis".

De esa manera se manifestó el pontífice argentino durante el encuentro que mantuvo con los sacerdotes y religiosos del pueblo calabrés de Cassano allo Jonio, después de visitar esta mañana la cárcel de Castrovillari, en la provincia de Cosenza.

Durante su discurso, el obispo de Roma instó a los sacerdotes a mantenerse unidos y a desarrollar su labor al servicio de la Iglesia, huyendo de "la cultura subjetiva actual que ensalza el 'yo' hasta idolatrarlo", señaló.

La visita a Calabria

Francisco llegó a Calabria para visitar primero la cárcel de Castrovillari, donde cumple condena el padre del niño que fue asesinado por la mafia local por un ajuste de cuentas, según establecieron entonces los investigadores.

El 20 de enero, se encontró el cuerpo carbonizado de Nicola Campolongo, al que se conocía como "Coco", junto con los cadáveres de su abuelo y la nueva compañera sentimental de éste, dentro de un coche en medio de un campo a las afueras de Cassano.

El suceso conmocionó a Italia y también al pontífice argentino quien pidió a los responsables que se arrepintieran de sus delitos, durante un encuentro que mantuvo con víctimas de la mafia.

Ahora, cinco meses después, Francisco ha decidido visitar el pueblo para condenar in situ las acciones de estas organizaciones criminales y pedir a los responsables que pongan fin a sus actividades delictivas.