Dolor, frustración y desesperanza son algunos de los sentimientos que invaden a la familia de la mujer asesinada en Temperley, al cumplirse un año del crimen. Pero no bajan los brazos y el reclamo de justicia se escucha con la misma fuerza. El único acusado es la entonces pareja de Susana y padre de uno de sus hijos, Alberto Ponce.
“Son muchas las cosas que sentimos en este momento. Es una semana complicada para nosotros porque Susana hubiera cumplido años el 14 de julio, el 19 se cumplió un año de su desaparición y el 24 (es el aniversario) de que conocimos la noticia más triste. Todo esto revuelve muchos sentimientos”, contó a Info Región la hermana de Susana, Angelina Leiva.
Susana tenía 38 años y era madre de dos niños: uno de 2 años fruto de su relación con el detenido por su crimen, Alberto Ponce, y otro de 11, de una pareja anterior. Según Angelina, los niños son los que más sufren su ausencia.
Las preguntas que duelen. “Es difícil para todos pero más para los chicos. El bebé vive conmigo y el nene con su padre y los dos preguntan siempre por ella. El nene quedó muy mal porque fue el que vio todo. No se puede nombrar a Ponce delante de él porque entra en crisis”, enfatizó Angelina.
La causa. Está caratulada como “femicidio” desde junio de este año y podría tratarse del primer juicio de este tipo en toda la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, aun resta mucho para ello. Es que la elevación a juicio se realizará recién cuando se conozcan los resultados de las pericias psicológicas y psiquiátricas al acusado, que fueron pedidas por el fiscal de la causa, Héctor Toneguzzo, en mayo y aún no se han efectuado. Interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
Reclamo a la Justicia. La familia Leiva planea realizar una manifestación frente a los Tribunales de Lomas de Zamora para pedir que “se reactive la causa”. Es que notan que “está todo muy estancado” desde que se pidieron las pruebas psicológicas a Ponce. “Desde principios de año que estamos con esto y todavía no se las hicieron ya sea porque él se negaba o porque no tenían móvil para trasladarlo desde la cárcel. Esto atrasa todo y nos da mucha bronca; por eso estamos organizando la marcha”, completó Angelina.
El caso. La desaparición de Susana fue denunciada por la familia el 19 de julio y su cuerpo fue hallado el 24 de ese mes en el pozo ciego de la vivienda que compartía con Ponce, ubicada en Blanco Encalada al 200, Temperley. Ponce fue arrestado en Constitución y se encuentra detenido desde ese día bajo prisión preventiva.
La autopsia determinó que la mujer murió estrangulada manualmente, recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo.
Un año sin Susana Leiva, el dolor sigue intacto
