El Papa llegó a Turquía en una muy custodiada visita


El gobierno de Turquía decidió extremar las medidas de seguridad durante la estadía del Papa, hasta el domingo próximo, para lo cual movilizó a 2.700 policías que estarán exclusivamente afectados a la custodia y el cuidado de las actividades del Sumo Pontífice.

Antes de emprender su segundo viaje a Medio Oriente, el Papa volvió a condenar la violencia del Estado Islámico (EI) y urgió a líderes políticos y religiosos musulmanes a alzar su voz contra los ataques de ese grupo islamista contra cristianos, yazidíes y miembros de otras minorías en Irak y Siria.

"Las persecuciones contra los cristianos son hoy más graves que en los primeros días de la Iglesia", señaló el pontífice.

"En Irak, por ejemplo, se cometen actos barbáricos, criminales, indescriptibles. El grito de los cristianos, de los yazidíes y otras comunidades étnicas impone la adopción de una postura clara y valiente, tanto de parte de líderes religiosos, en particular de los musulmanes, como de líderes políticos", agregó.

Francisco reiteró que el antisemitismo es "pecado", pidió a israelíes y palestinos que "pongan fin al odio" y construyan la paz y volvió a manifestar su preocupación por una reciente ola de violencia en Jerusalén.

La visita a Turquía. Con una mínima presencia cristiana -el 99,8 % de sus habitantes son musulmanes-, Turquía da la oportunidad a Jorge Bergoglio -que en mayo pasado ya estuvo en Jordania y Tierra Santa- de profundizar en las relaciones con otras iglesias, y en el programa destacan los contactos con algunos de sus representantes.

Según el programa oficial, Francisco visitará en primer lugar el mausoleo de Kemal Atatürk, el fundador de la República turca, un gesto habitual en todas las visitas de jefes de Estado extranjeros a Turquía.

En este caso, unos 1.000 policías vigilarán las calles de la capital turca por las que se desplazará el papa, y según citó hoy en su edición electrónica el diario local Hurriyet, también se desplegarán numerosos vehículos antidisturbios por el centro de la ciudad.

La segunda y principal actividad papal se cumplirá cuando sea recibido por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el recién construido palacio presidencial que se estrenará con esta visita, cuyo costo ha desatado polémica en Turquía.

Por la tarde, Francisco se entrevistará con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y con Mehmet Gormez, el jefe de la Diyanet, equivalente al Ministerio de Religión.

El sábado Francisco se desplazará de Ankara a Estambul, la antigua Constantinopla, que, bordeada por el estrecho de los Dardanelos, es lazo de unión de Oriente con Occidente, ciudad a la que llegará a las 10.30 (5.30 hora argentina).

Allí visitará en primer lugar la antigua basílica bizantina de Santa Sofía, hoy clasificada por el Estado turco como museo, para luego dirigirse a la cercana Mezquita Azul.

Luego celebrará misa en la catedral católica del Espíritu Santo, situada a pocos cientos de metros de la plaza de Taksim, en el centro de Estambul.

Esa misma tarde, Francisco realizará una oración con el Patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa, Bartolomeo I, en la iglesia ortodoxa de San Jorge, y luego se entrevistará en privado con este dignatario en su residencia.

El domingo, tras una misa privada en la delegación apostólica de Estambul, el papa acudirá nuevamente a San Jorge para celebrar una misa junto al Patriarca, en un gesto de acercamiento entre ambas Iglesias hacia una futura reunificación, y tras un almuerzo conjunto abandonará Estambul para volar de regreso a Roma.