“Es como si a Erica se la hubiera tragado la tierra”


Érica Soriano tenía 30 años cuando desapareció y estaba embarazada de dos meses y medio. Vivía en Lanús y hace más de cuatro años que no se sabe nada de ella.

Es por eso que para el 21 de agosto, la familia planea llevar adelante una movilización para reclamar justicia y el esclarecimiento del caso. “Es como si se la hubiera tragado la tierra”, expresó su madre, Esther.

La marcha se realizará en la Plaza de Villa Adelina y convocará al círculo íntimo, amigos y conocidos. Esther manifestó, en dialogo con Info Región que la idea es “que la gente tome conciencia y se despierte”.

El lugar de la actividad es emblemático para la familia, ya que a esa plaza iba Erica cuando era chica. A su vez, en frente hay una parroquia donde la joven tomó su comunión y al lado el colegio al que asistió.

La búsqueda continúa. Hace unos días se difundieron por las redes sociales unas fotos de un billete de dos pesos y otro cinco que tenían escrito en uno de sus lados un mensaje que decía: “Soy Erica Soriano. Estoy en San Luis. Ayuda.”

Al respecto, Esther explicó: “Yo sé positivamente que el caso de mi hija no es un caso de trata de personas. El responsable es Daniel Lagostena y lo voy a seguir pensando hasta que algo me demuestre lo contrario”.

Salió de la casa a visitar a su madre en Villa Celina, pero nunca llegó a destino. Sin embargo, aclaró que “no descarta nada” y que “la fiscalía está trabajando en esto”. “Uno no puede dejar nada sin nada sin hacer, por más inverosímil que parezca”, completó.

El caso. En estos años que paso desde la desaparición de Erica se han realizado varias investigaciones privadas, viajes al interior del país y la familia ha reclamado insistentemente la colaboración de las instituciones. Así y todo, la familia no ha podido darle un entierro digno a la joven porque todavía no se sabe dónde está su cuerpo.

“En el tiempo que me queda, juro por Dios que voy a hacer algo”, aseguró Esther, quien desde hace casi cinco años está luchando para conseguir justicia por su hija y saber qué fue lo que pasó.

De ahí que la del 21 de agosto no vaya a ser una marcha más, sino un nuevo reclamo, una nueva exhortación a las autoridades, un nuevo grito en el cielo para que la Justicia responda el pedido de la familia Soriano.

El caso. Érica Soriano (30), quien estaba embarazada de dos meses y medio al momento de su desaparición, fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010. La mujer que vivía en Lanús junto a Daniel Lagostena, su entonces pareja y único acusado por el crimen, quien contó que la joven salió de su casa para visitar a su madre.

Desde ese momento, no se supo nada más de ella. Se realizaron búsquedas “puerta a puerta” por el barrio en el que residía Erica, se realizaron allanamientos en propiedades de la familia del acusado y hasta exhumaron cuerpos del cementerio de Lanús.

Lagostena fue señalado y detenido, pero a raíz de un error técnico, su abogado presentó un hábeas corpus el 29 de diciembre de 2012 y fue liberado, condición que mantiene al día de hoy.