“El barrio es tierra de nadie”, aseguran tras la muerte de Espíndola


Eran las 22.15 del jueves, cuando en Monte Grande se registraba un violento intento de entradera, en el que murió Rodrigo Espíndola. El dramático hecho fue captado por las cámaras de seguridad de las viviendas linderas a su casa.

Él llega con su auto, abre el garaje e ingresa el vehículo. Su mujer, junto a su pequeño hijo, se acercan para saludarlo. El nene camina solo, pero la mujer detecta un movimiento extraño y toma al pequeño en brazos y corre al interior de la casa. El futbolista de 26 años corre, pero es alcanzado por los delincuentes.

Le dispararon. Ese balazo impactó en el abdomen y si bien fue asistido en el hospital Santamarina, no sobrevivió.



Los vecinos advierten que se trata de una zona, que pese a ser céntrica, “es tierra de nadie”. “Le arrancaron la vida”, lamentó Vicente, conocido del padre de Espíndola.

Señaló, en ese marco, que “en menos de un año” sufrió tres entraderas; “dos de las cuales fueron muy violentas”. Hoy, Vicente tiene un cerco eléctrico en el frente de su casa, alarma y también alarma vecinal. “Te tenés que persignar porque no sabes qué te va a pasar”, sostuvo en declaraciones a C5N.

Advirtió que los hechos delictivos ocurren a la mañana, la tarde y la noche. “Es tierra de nadie, nadie nos protege, nadie nos cuida”, se quejó, al tiempo que aclaró: “Votamos un cambio y el cambio no se ve”. “Estamos siempre igual, a la deriva”, apuntó.

Otra vecina insistió con la idea de “zona liberada” y comentó, a modo de ejemplo, que a sus dos hijas les robaron los celulares en la calla, a las dos en la misma semana. “Somos gente de trabajo”, señaló.