Las tres cláusulas que destrabaron la negociación salarial


Después de casi dos meses de negociaciones, el acuerdo salarial entre el Gobierno y los docentes universitarios es una realidad desde hace una semana, cuando comenzó a regir con la venia del gremio más reticente, Conadu Histórica, que expresó su conformidad luego de casi ocho años de negarse a firmar un acuerdo.

Aunque la pauta salarial fijada por el Gobierno nacional, y la que fue anunciada a los medios, es del 31 por ciento de incremento, la suba real será del 35. El anuncio oficial pretendió equiparar la cifra a la acordada con gremios como UPCN de estatales y la propuesta a los no docentes nucleados en FATUN.

No obstante, fue vital para el acuerdo los restantes cuatro puntos, que surgen de la aplicación del Convenio Colectivo en el artículo en el que se manifiesta una recomposición por jerarquización de labor docente de cinco puntos por año. Con el ministro de Educación, Esteban Bullrich, se acordaron tres puntos por esa cláusula y uno por el incremento del nomenclador docente, que pasó del 1,6 al 1,74.

De esta manera, se acordó un 35 por ciento que se pagará de la siguiente manera: 18 por ciento en mayo, 7,5 en septiembre, 7,5 en noviembre y 2 en diciembre.

El acuerdo fue aceptado el 19 de este mes por FEDUN, Conadu, Fagdut (UTN), CTERA, UDA y docentes pre universitarios, mientras que la ratificación de Conadu Histórica llegó cuatro días después, el 23.

Lo cierto es que, además de darle lugar al convenio colectivo, fueron otras dos cláusulas las que permitieron destrabar la negociación. Una es que la paritaria firmada tiene vigencia hasta febrero. “En la mesa de negociación todos pedimos lo mismo. Se empezó negociando por un 40 por ciento que no pudimos lograr. Pero se hizo especial hincapié en que la paritaria sea hasta febrero. Eso fue lo que destrabó todo porque ningún gremio firmó un acuerdo por menos de un año”, apunta Miguel Briscas, desde Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), a Info Región.

Además, otro logro de los docentes es la cláusula de ajuste por inflación, que prevé un nuevo encuentro entre las partes el 29 de septiembre para rever la cifra si el aumento de los precios no se detiene. “Ellos estiman y, nosotros creemos, que la van a bajar, porque esto restringe el consumo. Igualmente está en el acta de acuerdo que el 29 de septiembre nos vamos a reunir para confirmarlo, para ver si cambió la situación, si baja la inflación o supera la de abril, donde hubo 6 puntos”, señala Briscas.

Y asegura que “en el contexto en el que están todas las negociaciones salariares”, el acuerdo fue positivo. “Por cómo empezó la negociación, con el 20 por ciento que querían dar, logramos poner la cláusula de ajuste por inflación en septiembre y aplicar puntos del convenio colectivo de trabajo. Pero fundamentalmente firmamos porque es hasta febrero. En marzo estaremos todos sentados nuevamente en la mesa para ver cuál será el nuevo incremento", resaltó.