“Sentí mucha impotencia y no podía creer lo que estaba pasando”


“Fue una experiencia de mierda. Muy lamentable, fuimos a instalar un aula itinerante para dar pie a ese cambio de estrategia que surgió de la consulta que se hizo con la participación de más de 100 mil compañeros”, explicó a Info Región Pedro Ponce.

Relató que “fue brutal” la represión. “No es que nos intimaron para que nos retiremos, directamente vinieron, nos empujaron y nos pegaron”, aclaró, echando por tierra las declaraciones de funcionarios nacionales y porteños que hablan de un “accionar defensivo” y señalan que “la Policía de la Ciudad estaba parada y los docentes le pegaban patadas por debajo".

“La orden vino directamente del Gobierno nacional para impedir que se instale” el aula frente al Congreso Nacional, medida adoptada para que la discusión se dé pero con los chicos en el aula.

Ponce fue rociado con gas pimienta, en medio del avance policial sobre los docentes. Precisó que pusieron en la “primera línea” a “pibas jóvenes”. “Yo las veía casi como alumnas”, apuntó. “Estaba tratando de dialogar para que no siguieran avanzando. Le decía a las policías que me miren la cara, que era profesor y en medio de estas palabras, me tiran el gas pimienta directamente a los ojos dejándome ciego una hora. Sentía que se me incendiaba la cabeza”, recordó.

“No podía creer lo que estaba pasando, encima la lluvia hizo que el gas se esparciera por todo el cuerpo”, lamentó Ponce, y cargó contra el periodista Eduardo Feinmann, quien puso en duda que Ponce fuera docente. “Estos tipos mienten descaradamente y da mucha bronca. Sentí mucha impotencia”, replicó el docente que tiene más de tres décadas de experiencia en las aulas.

La lucha docente. “El accionar de las fuerzas de seguridad muestran las características autoritarias de este Gobierno”, remarcó Ponce a este medio, y detalló: “Uno lo ve en los despidos, en la represión, en los intentos de avasallar todos los derechos, en transformarnos en mercancía y destruir la escuela pública”. Criticó, en este marco, que “están construyendo políticas para su entorno”.

Consultado sobre la continuidad del plan de lucha, Ponce fue contundente: “Los paros van a seguir, tal vez no con la intensidad de ahora pero van a continuar”.

El director de escuela y representante gremial cuestionó a la gobernadora María Eugenia Vidal porque “aún no ha convocado a los docentes a ese supuesto diálogo”. “Los días se le están pasando, la próxima semana vamos a volver a convocar a paros porque a la mandataria provincial no le importa la educación”, completó.

Su origen. Con apenas 13 años, se convirtió en un exiliado de la dictadura chilena por la persecución a su familia, particularmente por la figura de su padre, Guillermo Ponce, miembro del Partido Comunista chileno e interventor de la CORA. “Le tenían tanto bronca porque era uno de los interventores que en el sur le expropiaba la tierra a los terratenientes para devolvérsela a los mapuches”, recordó, y contó que “fue brutalmente torturado” en varias oportunidades.

En la década del 70, su familia hizo nido en la Argentina aunque la persecución contra su padre continuó. “Los servicios chilenos estaban por todos lados. En la Argentina trabajaban coordinados con la Triple A. Mi padre se fue a Brasil, Venezuela, Ecuador y después de varios años volvió a Chile, donde vive hoy en Temuco”, precisó.

Pedro, en tanto, siguió en el país junto a su madre y tuvo que “trabajar y estudiar al mismo tiempo”. En este marco, inició sus estudios en el Instituto Lomas. “Fue el único colegio que me tomó prácticamente sin papeles porque no traía nada. Incluso me becaron”, resaltó con cariño, y destacó que hasta llegaron a vestirlo, además de contenerlo emocionalmente.

También estudió en la Escuela de Danzas de Temperley y luego en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). Se inscribió en Psicopedagogía y continuó con la apuesta: finalmente, se recibió de profesor y licenciado en Ciencias de la Educación. Además, estudió tres años de Agronomía.

Tras finalizar los primeros estudios, comenzó a trabajar en la educación pública, donde se desempeña aún hoy. Arrancó en una escuela de verano de Monte Grande, cuando aún no había tramitado la nacionalización (que le permitió tomar horas en escuelas), y siguió en un establecimiento de Villa Urbana, junto a Roberto Baradel (secretario general de Suteba y dirigente de la Ctera y CTA).

Además de ser director de la Escuela Secundaria Nº 23 de Lomas de Zamora y Secretario Adjunto de SUTEBA de ese distrito, es Secretario de Artística de SUTEBA y Secretario de cultura de CTA Provincia de Buenos Aires.

Walter Sosa