La "súper bomba" de Estados Unidos mató a 36 yihadistas


Al menos 36 miembros del Estado Islámico (EI) murieron en el ataque llevado a cabo el jueves por Estados Unidos por medio de la bomba GBU-43, el proyectil no nuclear más potente del arsenal estadounidense, que destruyó además una importante instalación del grupo yihadista, informó hoy el Ministerio de Defensa afgano.

Autoridades de la provincia donde ocurrió el ataque precisaron que la bomba GBU-43 destruyó un complejo de túneles construido por combatientes islámicos durante la invasión soviética y mejorado por el grupo afiliado al EI en el país que había aguantado otros bombardeos.

Los rebeldes talibanes, que combaten tanto al EI como al gobierno afgano y a las tropas estadounidenses presentes en Afganistán, condenaron la "creciente brutalidad" y el "crimen" de Washington y dijeron que la eliminación del EI debe ser cosa de los afganos, no de extranjeros.

Un portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Muhammad Radmanish, indicó que "36 miembros de grupos del EI murieron y una gran cantidad de munición y armas han sido destruidas en el bombardeo", informó la agencia de noticias EFE.

El bombardeo con la GBU-43, un proyectil de 10 toneladas que mata con una onda de presión aérea, fue ejecutado el jueves a las 19.32 hora local, en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar, con la aprobación del presidente estadounidense, Donald Trump. El gobierno afgano dijo que había sido informado con anticipación sobre el bombardeo.

En un comunicado, otro portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Dawlat Waziri, señaló hoy que, además, un importante refugio y tres escondites del EI han sido destruidos como consecuencia del impacto de la denominada "madre de todas las bombas".

Según el portavoz, el grupo islamista radical, que nació en Irak y se extendió a Siria y empezó a actuar en Afganistán en 2015, usaba ese escondite "para coordinar sus ataques terroristas en diferentes partes de la provincia", fronteriza con Pakistán.

La fuente ministerial insistió en que en el bombardeo no se han producido víctimas civiles.

La bomba El ataque se produjo después de que el gobierno de Afganistán afirmara esta misma semana que el número de insurgentes del EI en el país es inferior a 400 y que el año pasado abatió a unos 2.500 miembros del grupo, lo que redujo su presencia a sólo dos de las 34 provincias afganas

También la misión de la OTAN en Afganistán informó la semana pasada que en los dos últimos años ha reducido a la mitad el número de miembros del grupo yihadista y en más de un 60 % el territorio controlado por el EI en el país.

El pasado día 6 un portavoz de la misión "Apoyo Decidido" de la OTAN, el capitán Bill Salvin, aseguró que el EI será derrotado en el país asiático durante el próximo año y que el territorio afgano no se convertirá en un lugar "seguro" para los combatientes del grupo extremista.

El movimiento ultraintegrista islámico de los talibanes, que gobernaron en Afganistán desde 1996 hasta ser derrocados por Estados Unidos en 2001, condenaron el uso de la bomba GBU-143.

El movimiento "condena en los términos más severos este gran crimen de los americanos, y llama a sus autores criminales globales", indicó el principal grupo insurgente del país en un comunicado difundido por uno de sus portavoces, Zabihullah Mujahid.

Agregó que el uso de este tipo de armamento tendrá efectos económicos y psicológicos en el largo plazo para el país. "La eliminación del EI es cosa de los afganos, no de los extranjeros", indicaron los talibanes.