“¿Qué esperan los jueces? ¿Que este hombre mate a otra persona?”. La frase puede ser dicha por cualquier persona indignada por una injusticia, pero nace de la boca de Liliana Correa, que pese a estar “conforme” con la condena de 18 años que le dieron a Almirón por el asesinato de Ivana, siente “bronca y desilusión” por la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Lomas de Zamora de dejarlo en libertad hasta que el fallo quede firme por el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
Es que debido a que se consideró que no había peligro de fuga, Almirón llegó al juicio excarcelado y continuará de esa forma por la apelación.
“La justicia es mala e injusta, pero es la que tenemos. Nos dijeron que va a estar libre por buen comportamiento, pero los asesinos no pueden estar en la calle. Su lugar es la cárcel”, remarcó Liliana en diálogo con Info Región.
Cuestionó que la Justicia es “selectiva” ya que “la Ley es de una u otra forma según sea la persona”. “Es increíble que ande suelto por la calle como si fuera alguien normal y decente”, repitió.
El temor de Liliana. Luego de que el TOC 4 decidiera que Almirón seguirá libre hasta que el fallo quede firme, Liliana aseguró que se siente “con miedo e inseguridad”, porque teme “algún tipo de represalia” contra ella o sus nietos.
“Es un asesino y es capaz de cualquier cosa. Me lo puedo cruzar cualquier día porque somos del mismo barrio. El día del fallo le permitieron ir al juzgado por su cuenta y me lo encontré en el mismo colectivo hacia Tribunales. Es insólito que él sea el criminal peligroso, pero sea yo la que me tengo que ocultar y resguardar”, contó indignada.
La condena. Si bien la querella había pedido “cadena perpetua” por considerarlo un caso de “femicidio”, el TOC 4, integrado por los jueces Marcos Martínez, Darío Segundo y Eduardo Bancheri, decidió que la pena para Almirón sea de 18 años por “homicidio simple”.
No obstante, permanecerá en libertad hasta que el Tribunal de Casación ratifique la condena, un proceso que puede demorar entre seis meses y un año según estimó el abogado de la familia Correa, Gabriel Ponce.
El caso. El episodio ocurrió la madrugada del 23 de enero de 2011 en una casa del barrio Coca Cola, de la localidad El Jagüel, donde se generó una discusión entre Ivana y Almirón. En el marco de esa pelea, la joven terminó rociada con alcohol y quemada en la cara y el torso completo. Almirón la envolvió en una sábana y la llevó hasta el hospital de Monte Grande donde fue asistida.
La muerte de Ivana. A seis días de sufrir las quemaduras, Ivana, que tenía 23 años y era madre de una niña de 7 años y un varón de 1, murió en el hospital San Martín de La Plata, a donde había sido derivada por la gravedad de su estado de salud.
Liliana Correa: “Un asesino no puede estar libre”
