UVA: Del sueño de la casa propia a la pesadilla

El relato de una familia que sacó un crédito UVA para poder comprar una vivienda y hoy vive una realidad "asfixiante". La cuota aumentó un 100 por ciento.

Con mucha ilusión, acudieron al banco y solicitaron las condiciones. Sacaron un crédito UVA y comenzaron a ver de forma concreta el sueño de la casa propia; sin embargo, para muchos se convirtió en pesadilla. Es que las cuotas se ajustan por inflación pero los salarios no aumentan al mismo ritmo.

La problemática de los Créditos de Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) afecta a más de 100 mil personas que accedieron a los préstamos bancarios y reclaman por una “ley de emergencia” para poder pagar los préstamos teniendo en cuenta que el valor de la tasa aumentó el doble desde el 2017 hasta la actualidad.

Los créditos con tasa UVA son préstamos hipotecarios que se rigen por la UVA, una unidad de cuenta que se ajusta con el Índice de Precios al Consumidor.

Sobre esto Federico Whalberg, referente de Hipotecados UVA Autoconvocados, remarcó que “lo que hicieron los bancos del Gobierno fue publicidad engañosa”, ya que “publicitaban los créditos  diciéndole a la gente que la relación cuota-ingreso se iba mantener y que uno iba a pagar cuotas que iba a representar el 25 por ciento del sueldo y hoy claramente se está muy por encima de ese valor”. “Por eso, (María Eugenia) Vidal lanzó la medida del tope del 30 por ciento, porque este sistema nos sobre endeuda”, apuntó, aludiendo a los anuncios oficiales en la Provincia.

A su vez el referente exigió “una ley de emergencia” para “amparar a los perjudicados” por los aumentos en las cuotas del crédito. Hoy, existe una iniciativa opositora. Durante la vigencia de la emergencia se modifica el criterio para calcular el valor de las cuotas, incorporando el CVS (Coeficiente de Variación Salarial) al CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) que se utiliza actualmente: se tomará el menor de dichos indicadores. Plantea un período de gracia de seis meses para aquellas personas que perdieron el empleo después de tomar el crédito y se suspenden los desalojos que se encuentren en curso por falta de pago.

EL RELATO EN PRIMERA PERSONA

Casandra Sánchez vive en Avellaneda y junto con su pareja salieron sorteados en 2016 y lograron escriturar su casa en agosto del 2017, la primera cuota que pagaron fue en septiembre del mismo año. Hoy, según explica la mujer, la cuota aumentó “exactamente un 100 por ciento”.
“Arrancamos pagando 5.500 pesos y hoy estamos pagando 11 mil, pero nuestros salarios no crecieron”, describió.

“A nosotros nos dijeron que la inflación iba a ser de un 15 por ciento y ahora ya se triplicó”, relató Casandra, y apuntó contra el Ejecutivo: “Nosotros no somos los responsables de la situación actual que se vive ahora, esto fue una política del Gobierno y hoy no está pudiendo controlar lo que pasa”.

Además, la volatilidad hace mella en la problemática. “Estos días, que el dólar sube y baja, son super angustiantes porque se sabe que eso va a impactar en la cuota que hay que pagar el mes que viene, es una incertidumbre constante y se vuelve asfixiante”, analizó la mujer.

Por otro lado, rechazó los dichos del presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, sobre un “excelente negocio”. “Los únicos que hicieron negocio con esto son los bancos”, replicó la mujer. “Nosotros sacamos el crédito porque es nuestra vivienda, vivimos ahí, no la sacamos para alquilar ni para vender, quisimos tener una vivienda y ahora la queremos pagar, nada más que eso”, concluyó.