México y Uruguay repudian el golpe de Estado en Bolivia

Mientras que tanto Argentina como Brasil no hablan de una ruptura del orden constitucional, México y Uruguay denuncian un golpe de Estado.

El depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció anoche un golpe de Estado en su país. Argentina y Brasil no hablan de golpe, pero tanto México como Uruguay advierten sobre la ruptura del orden democrático.

Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores de México dejaron asentada la postura del gobierno de Andrés Manuela López Obrador. “Lo que ayer se produjo lo consideramos un golpe”, advirtieron funcionarios en una conferencia de prensa.

“Se dio a conocer un reporte de la OEA en relación al reciente proceso electoral, después de ellos el presidente evo morales propuso que se realizaran nuevas elecciones, cosa que el gobierno de México vio muy bien, a fin de resolver los diferendos existentes. Posterior a ello, el ejército de Bolivia pidió la renuncia del presidente y Evo Morales decidió presentar su renuncia para evitar una guerra civil. Es un golpe, le Ejercito pidió la renuncia del presidente y violenta el orden constitucional en ese país”, sentenció Marcelo Ebrard. Y advirtió, secundado por el presidente mexicano, que “la postura es de reivindicar, demandar el respeto al orden constitucional y la democracia en Bolivia”.

Uruguay calificó hoy de “golpe de Estado” la renuncia a la que fue forzado a presentar el presidente de Bolivia, Evo Morales, y expresó su consternación por “el quiebre del Estado de Derecho” que genera esta situación. Así lo indicó la Cancillería uruguaya a través de un comunicado en el que se asegura que el quiebre institucional y la renuncia del mandatario sumieron al país “en el caos y la violencia”.

“El Uruguay considera que no existe argumento que pueda justificar estos actos, en particular habiendo anunciado pocas horas antes el presidente Morales su intención de convocar a nuevas elecciones, a partir del informe emitido por la misión electoral de la Organización de Estados Americanos” (OEA), afirma el escrito.

En Argentina, aún no hay una comunicación oficial ni expresiones de funcionarios, pero anoche se advertía sobre “inestabilidad política”. “Ante la inestabilidad política vivida por Bolivia tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, el Gobierno argentino toma nota del informe preliminar de la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuya auditoría confirma las denuncias de irregularidades del proceso de escrutinio y recomienda la realización de nuevas elecciones”, señala el comunicado difundido ayer.

“El Gobierno argentino entiende ineludible la decisión del Gobierno boliviano de convocar nuevas elecciones y, para ello, renovar con transparencia la integración del Tribunal Electoral”, precisa el texto, y continúa: “Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos solicitaron desde un principio que se investigaran las anomalías denunciadas el mismo 20 de octubre, día en que tuvieron lugar las elecciones, y apoyó la auditoría de la OEA cuyo informe preliminar se conoció hoy”.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró que “las denuncias de fraude electoral resultaron en la renuncia del presidente Evo Morales”. “La lección para nosotros es la necesidad, en nombre de la democracia y la transparencia, de contar los votos que se pueden auditar. ¡El VOTO es un signo de claridad para Brasil!”, apuntó a través de redes sociales.

Mientras el gobierno argentino evita hacer referencia al golpe, tanto Alberto Fernández como Cristina Fernández de Kirchner repudiaron lo sucedido e hicieron una férrea defensa de la democracia.

“Defenderemos firmemente la democracia en toda América Latina. Después de este quiebre institucional, Bolivia debe volver cuanto antes al sendero de la democracia a través del voto popular y sin proscripciones”, aseguró el presidente electo Alberto Fernández una vez consumado el golpe de Estado. “Si queremos vivir en paz, es hora de que haya pronunciamientos y, sobre todo, acciones claras en defensa de la democracia, independientemente de cuál sea la orientación política de los gobiernos que surgen de la voluntad popular”, reclama la ex presidenta.