Para celebrar los arreglos y la lucha, el CFL será sede de un festival


El malestar se convirtió en reclamo, luego en lucha, la lucha derivó en soluciones y el cierre será un festejo. La comunidad de padres del Centro de Formación Laboral Nº 1 de Lomas de Zamora, ubicado sobre Meeks 429 en Temperley, realizará hoy un festival para celebrar las obras realizadas en la institución a la que asisten chicos y chicas con distintas discapacidades.

La reinauguración de la institución educativa será este sábado, en víspera del inicio del ciclo lectivo en la Provincia, a partir de las 18.

“En el festival van a participar los artistas que nos vinieron acompañando en todo este tiempo. Va a haber algunas actividades en las que van a participar los chicos, como es habitual, entre ellas la murga”, explicó María Martínez, una de las madres que se puso al frente del reclamo organizado. Participarán los grupos musicales “Alboroto” y “Senda folklórica”, además de la murga de los alumnos y el espectáculo de payasos.

El festival es “para toda la comunidad” y la propuesta es que todos “lleven algo para compartir”. “Fue mucho tiempo de tensión, de seguir con la lucha, es muy lindo ver que se está cumpliendo con parte de nuestro objetivo”, señaló Martínez.

Las obras. “No creo que terminen para el 28, porque era muchísimo más de lo que se pensaba. Van a faltar detalles, pero el grueso del trabajo ya está hecho”, explicó la mujer, quien estimó que para el comienzo de las clases “van a estar”. “Estamos conformes, porque los arreglos se están haciendo, la empresa está trabajando bien y los materiales son de buena calidad. Quizás los tiempos que a nosotros nos gustarían, no se están cumpliendo, pero tenemos que saber respetar los tiempos de obra", agregó.

El edificio propio. Conseguir un edificio propio es el objetivo primordial de los padres que llevaron a cabo la toma del CFL y, si bien se mostraron felices por el curso que tomaron los trabajos, Martínez aclaró que “no pierden de vista” este reclamo. “La lucha sigue”, indicó.

La toma. Fue realizada por los padres de los alumnos por las malas condiciones edilicias que presentaba el establecimiento. Sin embargo, las clases se mantuvieron hasta que, en uno de los fuertes temporales que castigó a la Provincia, un pedazo de mampostería del techo se derrumbó. Fue ese el momento en el que decidieron cerrar las puertas, para resguardar la seguridad de los alumnos.