Denuncian “irregularidades” en una construcción


Vecinos agrupados en la Asociación Fuenteovejuna, que pugna por la defensa de la fisonomía urbana y el patrimonio histórico, denuncian “serias irregularidades” en un edificio que se construye en la esquina de Meeks y Liniers, frente a la plaza Espora de Temperley, donde el año pasado un incendio de gran magnitud redujo a cenizas un edificio que estaba ocupado por varias familias.

“Ahí funcionaba una especie de inquilinato, pero también estaba tomado. Ahora, después de un incendio, ver una obra con tantas irregularidades, se nos hace muy dudoso”, dejó entrever sus sospechas Gustavo Di Leo, vocero de la entidad vecinal.

El siniestro se produjo el 7 de enero de 2015 y dejó en la calle a más de diez familias. Luego de que fuera apagado, lo poco que quedaba del edificio debió ser demolido, incluyendo al gimnasio que se ubicaba debajo del conventillo.

A más de un año, en el lugar se puede observar el esqueleto de una obra en construcción de la cual se desconoce cuál será su destino ya que la misma no posee el cartel reglamentario con datos de la misma.

En una nota que fue presentada hace unos días al intendente lomense, Martín Insaurralde, los vecinos de Fuenteovejuna detallan que la obra “viola la ordenanza 15.197, que obliga al propietario a exhibir desde el primer día de obra, un cartel reglamentario con diez datos fundamentales sobre: los profesionales y empresas actuantes, la superficie del lote, el número de expediente y los indicadores urbanísticos permitidos y proyectados”.



Respecto de estos últimos, hacen referencia precisamente al FOT (Factor de Ocupación Total), al FOS (Factor de Ocupación del Suelo) y la altura de la obra.

“No nos da el FOT en función de la superficie del lote. Existe una cantidad máxima de metros cuadrados para construir. El FOT es un coeficiente. Si a ese valor se lo multiplica por la superficie del lote, da un valor que es la cantidad máxima de metros cuadrados que se pueden construir en ese terreno. A nosotros nos da que ahí, están haciendo de más”, denunció Di Leo.



Algo similar ocurre con el FOS ya que, según el Código de Planeamiento Urbano, deben quedar liberadas, en todas las obras, determinada cantidad de metros de acuerdo al perímetro en el que se busque construir.

“Podes ocupar un 60 por ciento de esa superficie con construcción, pero eso también está excedido en esa obra”, señaló.

La esquina forma parte del casco histórico del barrio inglés, donde los indicadores urbanísticos son aún “más restrictivos”, según Di Leo, a fin de resguardar el patrimonio.

“Para crearle un entorno razonable a la plaza, se tiene en cuenta, sobre todo, la altura, la densidad demográfica, la cantidad de personas que van a poder vivir en ese lote
”, señaló y advirtió que este reclamo se suma al de la preservación del hotel Pereuilh, ubicado a pocos metros, sobre Meeks y Avellaneda.

“Para nosotros esto es importante porque hace rato que venimos frenando la demolición del hotel. Esto, al estar también sobre la plaza, nos va a dar argumentos porque los vecinos están constantemente movilizados y viendo lo que se hace”, indicó.

En ese marco, en la nota presentada a Insaurralde también se hace eje en el cumplimiento de la ordenanza 13.869 para evitar la demolición de edificios o casonas anteriores a 1960. Dicha normativa establece que para tirar abajo una propiedad de esas características debe contarse con el aval de una “Comisión Evaluadora” que fue conformada en el ámbito municipal.

Cintia Vespasiani