Volvió a postergarse el juicio por el femicidio de Susana Leiva


El inicio del debate oral en el marco del juicio por el asesinato de Susana Leiva fue suspendido nuevamente a causa de que su ex marido e imputado por el crimen “sufre un cuadro de peritonitis y se encuentra internado”, según advirtieron a Info Región desde el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 8 de los Tribunales de Lomas de Zamora.

El juicio oral, que debía comenzar ayer en el TOC Nº8, “se reprogramará para aproximadamente el 20 de este mes, si el acusado mejora su salud”, explicaron. En octubre pasado, fecha original del inicio del debate, también había sido suspendido por un “reacomodamiento de la agenda de debates”.

El miércoles, en diálogo con este medio, la familia de Susana había manifestado sus expectativas por el inicio del proceso. “Estamos todos muy ansiosos porque no vemos la hora de que todo esto se termine. Estamos esperando a que llegue el momento del juicio, preparándonos para volver a vivir todo lo que pasamos en el caso y ver la cara de esa persona (por Alberto Ponce), que sabemos que es culpable y debe recibir la condena que se merece”, había apuntado la hermana de la víctima, Angelina.

No obstante, la espera continuará hasta nuevo aviso. El abogado representante de la familia Leiva, Jorge Monastersky, dijo que “las expectativas son positivas”. “Ponce confesó el crimen, dentro de lo que fue la investigación en el último período, aunque había declarado que no se acordaba cómo había sido el hecho, en un intento de mejorar su situación”, evaluó el abogado. “Pero la pericia psiquiátrica demostró que tenía conciencia de lo que estaba haciendo”, aclaró.

El caso. La desaparición de Susana fue denunciada por la familia el 19 de julio de 2013 y su cuerpo fue hallado el 24 de ese mes en el pozo ciego de la vivienda que compartía con Ponce, ubicada en Blanco Encalada al 200, Temperley. Ponce fue arrestado a las pocas horas del hallazgo.

Susana fue estrangulada, recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y su cuerpo presentaba quemaduras de cigarrillo, según confirmó la autopsia.

Era mamá de un bebé y un pequeño, fruto de una relación anterior a la de Ponce, que al momento del crimen tenía 10 años.