El Senado de Brasil define el futuro de Dilma Rousseff


Se estima que la sesión en el Senado de Brasil se extienda hasta la madrugada del miércoles, cuando finalmente se decidirá el futuro de Dilma Rousseff.

Las previsiones indican que el Senado lograría el mínimo de 54 votos para destituir a la primera mujer presidenta de Brasil, elegida en 2010 y reelecta en 2014, acusada de delitos contables en la ejecución del presupuesto 2015.

Rousseff está acusada de haber firmado tres decretos para anticiparle dinero del presupuesto a la Policía Federal, la justicia laboral y el Ministerio de Educación, y de usar dinero de los bancos públicos para subsidiar el plan agrícola Zafra 2015.

El debate. En la sesión de este martes los 81 senadores podrán hablar por 10 minutos cada uno y la acusación y defensa presentarán sus alegatos finales durante una hora y media cada uno, con derecho a sendas réplicas de una hora, por lo que si se respetan los tiempos, el debate se puede extender por 18 horas.

Una vez acaben las deliberaciones, tendrá lugar la votación final, que se realizará de forma nominal, lo que previsiblemente ocurrirá la madrugada del miércoles, según cálculos del presidente del Senado, Renán Calheiros.

Para que se apruebe la destitución, será necesaria una mayoría calificada de dos tercios (54 votos) entre los 81 senadores, una cifra que se presume accesible para los favorables a la salida de la mandataria.

La palabra de Dilma. La suspendida presidenta se presentó este lunes en el Senado de Brasil para hacer una defensa de su gestión, en el marco del juicio político al que se somete y que podría desencadenar en su destitución. "Seré juzgada por un crimen que no cometí. Tengo mi conciencia absolutamente tranquila por lo que hice", advirtió e insistió: "Estamos a pasos de cometer un verdadero golpe de Estado".

Ante el recinto, señaló que es víctima de "un gobierno surpador" que aplica un plan de gobierno que no fue votado en las urnas en 2014, al presentar su defensa del juicio político en su contra.