El presidente de Brasil Michel Temer salió a enfrentar la acusación de corrupción. Abrió su discurso enumerando logros de su gobierno, que comenzó en a fines de agosto de 2016 tras la destitución de la presidenta electa democráticamente Dilma Rousseff.
Respecto de la investigación sobre las coimas que presuntamente autorizó el actual mandatario, se refirió a que “trajo de nuevo el fantasma de la crisis política todavía no dimensionadas”.
“No podemos tirar a la basura todo el trabajo hecho por el país, todo el inmenso esfuerzo de sacar el país de la mayor recesión”, manifestó y subrayó: “Repito y resalto: en ningún momento autoricé a pagarse nada para quedar bien parado, no compré el silencio de nadie, por una razón simple exacta y precisa, porque no necesito el cargo público, no tengo nada que esconder”.
“Nunca autoricé a que se utilizara mi nombre de manera indebida, quiero dejar claro la investigación realizada por el Supremo Tribunal Federal serán las que van a cubrir todas las explicaciones, voy a demostrar no tener nada que ver con esos hechos”, enfatizó Temer.
“No renuncio, sé lo que hice y sé de la corrección de mis actos, exijo unas explicación plena y rápida para el pueblo brasileño, esta situación de duda no pude persistir por mucho tiempo”, reclamó.
Y luego sentenció: “Mi único compromiso es con el Brasil y sólo este compromiso es el que me guía”.
Investigación. El juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil Edson Fachin autorizó ayer la apertura de la investigación contra Temer, quien fue grabado supuestamente avalando sobornos de la mayor empresa frigorífica del mundo, JBS, cuyos dueños firmaron un acuerdo de colaboración con la Justicia, se informó oficialmente.
La decisión se produce luego de que fuera divulgado que Temer fue grabado ofreciendo su apoyo a los sobornos que les pagaba al ex diputado preso Eduardo Cunha el dueño de JBS, Joesley Batista, un delator.
Temer no renunciará: "Mi único compromiso es con Brasil"
