Argentina recibió otro revés regional: no consiguió la presidencia de la CAF


Otra vez Argentina no pudo consagrar una estrategia regional de política internacional al fracasar en su intento de ocupar la presidencia de la Corporación Andina de Fomento, que en los hechos es el segundo banco regional en importancia después del Banco Interamericano de Desarrollo.

El revés, que el Gobierno busca morigerar con la obtención de una vicepresidencia, se suma al frustrado intento de conseguir, en 2020, la presidencia del BID para el Secretario de Desarrollo Estratégico, Gustavo Beliz, a manos de Claver Carone, hombre fuerte del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En esta ocasión, la administración de Alberto Fernández no consiguió apoyo regional para designar a Christian Asinelli como titular de la CAF luego de que el bloque del Mercosur en pleno (Brasil, Uruguay y Paraguay) anunciara que dejarían sola a la Argentina y respaldarían al candidato de Colombia, Sergio Díaz-Granados Guida, quien finalmente será su titular.

Con esa decisión, quedó en evidencia que el país contó sólo con el respaldo de México, Bolivia y Venezuela, poco para un organismo cuya conducción se decide por 19 votos, y en el que tienen más peso sus miembros fundadores: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela.

Tal vez más que el golpe por no alcanzar la conducción del organismo financiero, haya sido peor para la política exterior argentina la falta de apoyo de los gobiernos Luis Lacalle Pou y Mario Abdo Benitez, socios originales del Mercosur, y, obviamente, del propio Jair Bolsonaro, con quien mantiene fuertes diferencias.

El rechazo amplio a la iniciativa argentina fue lo que llevó a los negociadores de la Cancillería a retirar en las últimas horas la candidatura de Asinelli para aceptar lo que presentan como “la mejor de las vicepresidencias” en juego, lo que llevó a que la votación final sea prácticamente por unanimidad, con la excepción del voto venezolano, que, en disgusto, se retiró de la competencia.

Con esa jugada, las autoridades de la CAF, que administra unos 28 mil millones de dólares, serán elegidas por 17 votos a cero, en un movida que el Gobierno nacional intentará mostrar como un triunfo parcial pero que, en el fondo, pone en evidencia las dificultades que tiene para encontrar aliados regionales.