Los sueldos siguen perdiendo ante la inflación: Cuánto cayeron en agosto


Los salarios en la Argentina siguen corriendo de atrás a los precios, como lo grafica con claridad aquella máxima de Juan Domingo Perón acerca de que unos suben por la escalera y los otros por el ascensor, una idea que, con más sofisticación, levantan economistas de todos los orígenes cuando afirman que con una inflación que sube a un ritmo de 100 por ciento anual o más no hay forma de mantener la capacidad adquisitiva de los sueldos

La remuneración promedio del trabajo registrado en todo el país, según el índice oficial que se denomina RIPTE, subió en agosto 4,6%, muy por debajo del 7% de incremento del Índice de Precios al Consumidor en ese mismo mes.

Los datos son oficiales y surgen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), por lo que no consideran la suerte que corrieron los salarios de los trabajadores en negro, y fueron informados esta tarde por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). De allí fueron volcados en el informe que elabora la Secretaría de Seguridad Social, donde el organismo oficial admite la pérdida de capacidad de consumo de los trabajadores.

De esa misma fuente se sabe que el salario promedio de los empleados en relación de dependencia que aportan al sistema de seguridad social era de 155.611 pesos en agosto, siempre considerando la remuneración bruta, no la de bolsillo.

Ese es el ítem que en definitiva creció menos que la inflación en cuatro de los primeros ocho meses del año, pero aunque en períodos parece un empate, lo cierto es que en porcentaje acumulado los salarios pierden 3,4 puntos porcentuales durante 2022. En total, si se suman los índices mensuales, el IPC alcanza una cifra de 46,1 puntos, mientras que los salarios llegan a 42,7.

El propio secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren, reconoció que la recuperación del poder adquisitivo de las remuneraciones será “un camino difícil” ya que para recorrerlo “es necesario bajar la inflación”, de lo que se desprende que ni en el propio equipo económico del Gobierno barajan como hipótesis la posibilidad de que los incrementos acordados en paritarias alcancen a la disparada de precios.

Con subas de precios que alcanzan los tres dígitos anuales, los salarios corren desde atrás y a esta velocidad ni en el Gobierno creen que puedan alcanzarlos.

El gran tema hoy es poder bajar la inflación porque hay que preservar el poder adquisitivo del salario. Esa es una decisión política. Acá la primera variable de ajuste siempre ha sido el salario de los trabajadores. Ya se probó con ese método y los resultados están a la vista, si bien algunos insisten con eso”, enfatizó el también empresario textil.

Para de Mendiguren, la consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo es que “no hay mercado” porque “al que trabaja no le alcanza el sueldo y eso es consecuencia de la inflación”.

En cualquier caso, Argentina tiene antecedentes acerca de lo inútil que es pretender una recomposición salarial sostenible cuando la inflación alcanza los tres dígitos anuales y se larga una carrera desigual entre la pretensión empresarial de recomponer márgenes y cubrirse ante saltos aún más bruscos de las variables económicas, y la aspiración sindical de al menos no perder ingresos.