Una aventura pop por la psiquis del criminal más famoso

Lejos de ser un thriller, la película de Luis Ortega plantea un drama que recorre los deseos más profundos de Carlos Robledo Puch, sus vínculos, caprichos, visión del mundo y la obscena naturalización de su violencia.

“Soy ladrón de nacimiento, no creo en que esto es tuyo y esto es mío”, expresa Lorenzo Ferro en los primeros minutos de El Ángel, la película dirigida por Luis Ortega, mientras camina por las calles de Buenos Aires interpretando nada más, ni nada menos, que a Carlos Robledo Puch, el asesino más famoso de la historia argentina.

Esas primeras líneas no son casuales. La película comienza desde el primer segundo remarcando la visión del mundo que tiene Carlitos (Robledo Puch), mientras una serie de planos lo muestran entrando a una vieja casona para llevarse “prestado” algunos objetos de valor que no devolverá jamás y que seguramente regalará a alguna persona de su entorno.

Con aires cinematográficos similares a los que Stanley Kubrick realiza en La Naranja Mecánica, los primeros minutos muestran al protagonista revisando los cuartos de una excéntrica vivienda con suma tranquilidad, hasta que comienza a bailar -al ritmo de la Argentina de los años setenta- la canción “El extraño de pelo largo”, interpretada por los Enanitos Verdes.

Cautivador, inocente y enigmático, el Robledo Puch que construye Luis Ortega para esta película, basada en el libro El Ángel Negro de Rodolfo Palacios, retrata en forma de aventura pop la psiquis del criminal más famoso del país.

Lejos de ser un thriller o un film de disparos, la propuesta cinematográfica plantea un drama que recorre los deseos y anhelos más profundos del protagonista, sus vínculos,  caprichos, cosmovisión del mundo y la obscena naturalización de su violencia.

Con una paleta de colores brillante, que resaltan el amarillo, el verde y los colores pastel, la dirección de imagen de la película no tiene nada que envidiarle a cualquier gigante de Hollywood, climatizando a la perfección cada plano y cada sentimiento, que muchas veces oscilan entre el mundo real y el plano fantasioso. Eso, sin mencionar el viaje en el tiempo cultural y político hacia la Argentina de los 70′.

En términos generales la historia cuenta cómo Robledo Puch lleva adelante su aventura delictiva, que incluyó en total 11 asesinatos, y por los que fue condenado a dos cadenas perpetuas, a sus jóvenes 20 años. Una aventura que tiene su comienzo cuando conoce a Ramón Peralta (Chino Darín) quien involucra al protagonista a su ceno familiar, un entorno que encarnan maravillosamente Daniel Fanego y Mercedes Morán.

Los vínculos con la banda delictiva y su accionar se alejan de una película de acción y rozan el homoerotismo y los deseos de Carlitos. Inmerso en una tensión sexual constante con sus compañeros de robo, Robledo Puch es retratado como un psycho killer glamoroso al que el actor Lorenzo Ferro interpreta de forma majestuosa, a tal punto de que pareciera que el desafío fue construido a su medida.

La trama se lleva adelante durante dos horas con un pulso perturbador, una esencia que Ortega ya presentó en la miniserie Historia de un clan, con tiempos para la risa a partir del humor negro y la incomodidad que generan alguna de las escenas.

Es que, el director no se priva de nada, cuenta lo que quiere contar y se da todos los gustos, a tal punto de que casi dos minutos de la película son de Robledo Puch tocando el himno en un piano.

Otro de los puntos fuertes del film es la música. Conformada por grandes éxitos de la época, el clima audiovisual es perfecto para la trama. Canciones como “El extraño de pelo largo” se vuelven sombrías mientras el protagonista baila, o clásicos de Papo refuerzan los momentos de acción con guitarras eléctricas.

Además, el soundtrack principal es un tema de Ramón  “Palito” Ortega: se trata de la canción “La casa del sol naciente”, un cover que realizó hace unos años.

También es importante destacar la dirección de actores. Además de los ya mencionados, hacen un papel más que destacable Peter Lanzani, como otro de sus cómplices en materia delictiva, y también Cecilia Roth y Luis Gnecco, sus padres de la ficción, quienes están atravesados entre la inocencia de no aceptar la realidad y la resignación de un camino irreversible.

La película levanta la vara del cine argentino. Cuenta con un gran apoyo financiero internacional, es cierto, algo que muchas veces puede jugar en contra por las presiones y bajadas de línea del mainstream. Sin embargo, en este caso, eso no representó ninguna limitación en el producto final.

Seleccionada para participar en la 71º edición del Festival de Cine de Cannes en la sección “Un Certain Regard”, el filme de Ortega nos presenta una narrativa biográfica, poética, sensible y violenta, que no intenta dar respuestas ni justificativos, sino más bien expresa cómo en algunos casos los límites fueron hechos para romperse.

La ficha de la película

•El Ángel es una película Argentina/Española dirigida por Luis Ortega.

•Guión: Luis Ortega, Rodolfo Palacios, Sergio Olguín.

•Fotografía: Julián Apezteguia.

•Edición: Guille Gatti.

•Elenco: Lorenzo Ferro, Chino Darín, Daniel Fanego, Mercedes Morán, Cecilia Roth, Luis Gnecco, Peter Lanzani.

•Distribuidora: Fox. Duración: 117 minutos.

•Calificación: Apta para mayores de 16 años.