Homenaje a Olivares en la Cámara de Diputados

Mario Negri lo recordó como una “persona ejemplar”. Antes, juró José Luis Moretti, quien lo reemplaza en la Cámara baja.

La sesión en la Cámara de Diputados comenzó con el izamiento a media asta de la Bandera y la jura de José Luis Moretti, que ocupa la banca que dejó Héctor Olivares. Los titulares de bloques expresaron algunas palabras para rendirle homenaje.

“Quiero recordar al querido amigo Héctor, con el cual teníamos muchas diferencias pero eso no impidió que juntos pudiéramos trabajar, congeniar, hacer un objetivo común por La Rioja. Eso me queda a mi grabado y espero poder estar a la altura de lo que él fue en la función. Espero poder hacerlo, honrando su ejemplo y que podamos seguir trabajando todos unidos en esta Cámara y desde el lugar que nos toque”, expresó Moretti.

Mario Negri, titular del bloque de la UCR, señaló: “Por encima de ser un dirigente político, era una persona ejemplar, cargado de solidaridad, dialogo franco, cargado de amigos”. “Héctor Olivares estudió en Córdoba, seguía viviendo espiritualmente en Córdoba y en La Rioja personal y políticamente”, apuntó.

Lo recordó como un hombre que “sentía pasión” por lo que hacía y destacó “lo grotesco de la violencia cuando una sociedad se mueve con impunidad detrás de la muerte”. “Héctor Olivares puso en evidencia lo que sucede mucho en la Argentina sin que ocupe pantalla de televisión ni los diarios: hay gente en la sociedad donde la decisión de matar o vivir es solamente una circunstancia, aunque sea lo más injusto y lo más absurdo”, apuntó.
Señaló que “se conjugó en su muerte lo absurdo, la fatalidad y la violencia, que tiende a moverse con toda tranquilidad”.

Lo recordó como un hombre “dialogador, de pasar horas conversando, grana migo, dirigente comprometido con sus convicciones y de enorme lealtad (en momentos de aplausos y momentos difíciles)”. “La política lo tiene que recordar como un hombre que tuvo una conducta ejemplar”, amplió.

A su turno, Agustín Rossi consideró: “Absurdamente encontró el final de su vida en un hecho por el cual todos nos consternamos. No es fácil despedir a un colega, más cuando la muerte sucede de forma inesperada”. Al recordarlo, utilizó los términos “respeto, reconocimiento, consideración”.

“Cuando nos enteramos del hecho, todos nos consternamos porque se trataba de un colega, el hecho sucedió a escasos 200 metros de esta casa, se empezaron a tejer una cantidad de especulaciones, pero yo quiero destacar lo que hizo esta cámara. En ningún momento los diputados del oficialismo ni los más entrañablemente allegados se sumaron a la especulación. Siempre hubo una mirada de serenidad y esto habla bien del cuerpo como institución”, analizó.

Felipe Solá, en tanto, lo recordó como “prudente, trabajador, buen diputado”. “Lamento mucho no haberlo conocido un poco más” y citó al poeta miguel Hernández: “No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta”.