Se cumplieron ayer 45 años de La Noche de los Lápices y como es habitual, el ex centro clandestino de detención y exterminio (CCDyE) conocido como El Pozo de Banfield o la maternidad fue epicentro de un acto homenaje a los detenidos desaparecidos que por allí pasado.
Del evento, que se realizó ayer, participaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti; la abuela Delia Giovanola; el ministro de Justicia de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Julio Alak; referentes de la Mesa de Trabajo Espacio de la Memoria Ex CCDTyE Pozo de Banfield, representantes de organismos de DDHH, sobrevivientes y familiares de las víctimas.
El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal 3 de La Plata fueron secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps. En el ex Pozo de Banfield -ubicado en Sicialino y Vernet, Banfield- fueron visto por última vez los estudiantes María Claudia Falcone, Horacio Ángel Húngaro, Daniel Alberto Racero, Francisco López Muntaner, Víctor Treviño, Claudio de Hacha, María Clara Cioccini.
El pasado 27 de octubre comenzó el juicio unificado por delitos de lesa humanidad cometidos en centros clandestinos del sur del Conurbano, del que forma parte el Pozo. Emilce Moler, una de las sobrevivientes, declaró en junio. “Éramos jóvenes, creíamos en la política, nos oponíamos a la dictadura, creíamos en otro país que podíamos construir con mayor libertad“, graficó Moler en alusión a los estudiantes secundarios que fueron secuestrados aquella noche, seis de los cuales permanecen desaparecidos.
En marzo de 2019, el Espacio de la Memoria de Banfield abrió sus puertas. El 16 de septiembre de 2010, el Pozo de Banfield fue declarado Centro para la Memoria, la Verdad y la Justicia, en el marco de un acto que contó con la presencia de la entonces secretaria de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Sara Derotier de Cobacho, quien murió dos años después. Esta señalización, a partir de pilotes emplazados en el frente del edificio de Vernet y Siciliano, se registraba cuatro años después del inicio del trámite del Ministerio de Seguridad para que pasara a la órbita de Derechos Humanos. Tras un pedido de informe a la Justicia, por parte del Concejo Deliberante de Lomas de Zamora, se habilitó una parte para que funcione el Espacio para la Memoria. Hace dos años, se abrieron esas oficinas.
