Chile: el rechazo a una nueva Constitución supera el 60% de los votos


El plebiscito realizado hoy para aprobar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución en Chile se saldó con una amplia mayoría se opone a reformar la carta magna trasandina según revelan los resultados reportados por la autoridad electoral.

Con casi 99% de las mesas escrutadas, la opción Rechazo suma el 62% de los votos frente a la alternativa del Apruebo con 38%, de acuerdo a cifras publicadas por el sitio de internet del Servicio Electoral (Servel).

Tras una jornada que arrancó a primera horas las mesas empezaron a cerrar en un contexto en el que se proyectaba una alta participación en el plebiscito, que tuvo lugar tres años después del estallido social que llevó a las multitudes a las calles para protestar contra la desigualdad.

Hace dos años, una aplastante mayoría de casi 80% había dado luz verde a la redacción de una nueva carta magna para reemplazar el texto vigente, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet, aunque sometido a sucesivas reformas a lo largo de los años.

El presidente Gabriel Boric, que votó en la mañana en Punta Arenas, su ciudad natal, en el extremo sur de Chile, convocó para mañana a los partidos políticos para dar continuidad al proceso constitucional.

“En los momentos difíciles que tuvimos como país, tomamos como camino, como opción, resolver nuestras diferencias y avanzar en más democracia“, consignó el mandatario tras sufragar.

Los más de 3.000 centros de votación abrieron sin mayores contratiempos a lo largo del país para recibir a los votantes de un padrón de más de 15 millones de personas.

La convocatoria a las urnas fue masiva en una jornada de voto obligatorio, según las normas aprobadas para este proceso, ya que en Chile el voto es voluntario.

¿Apruebo o rechazo?

Polémicas entre los redactores y el radicalismo de algunas propuestas restaron apoyos a la iniciativa a lo largo del proceso constitucional, pese a que el documento final dejó fuera muchos de los temas cuestionados.

Los últimos sondeos publicados habían dado una ventaja a la opción de rechazar el texto. Sin embargo, expertos subrayaban que la obligatoriedad del voto para este referendo, en un país donde la inscripción electoral es automática para todos los mayores de 18 años, complicaba las proyecciones respecto a procesos anteriores.

Independientemente del resultado, el proceso constitucional continuaría. Tras el rechazo, se podría reformar la constitución vigente debido a cambios recientes que rebajaron las mayorías necesarias, aunque Boric sostiene que se debe iniciar otro proceso de redacción para respetar la voluntad popular de que sea una asamblea electa para ese propósito la que escriba otra propuesta.