Condenaron al asesino de Érica Soriano

Daniel Lagostena fue encontrado culpable por el crimen. El viernes se conocerá la sentencia definitiva.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora anticipó hoy el veredicto condenatorio por unanimidad a Daniel Lagostena por el asesinato de Érica Soriano.

El viernes se conocerá la cantidad de años que Lagostena estará preso. La querella había solicitado la pena máxima por “homicidio en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género”, mientras que la defensa había pedido la absolución.

“Nunca perdimos las esperanzas”, destacó Ester Soriano, mamá de Érica, tras la audiencia. “Estoy totalmente agradecida de haber llegado a esta instancia, algo que en otros años habría sido impensado”, agregó.

“Creo que le van a dar la máxima condena de 25 años.  Ahora pedimos que se investigue la participación de los complices”, expresó el abogado querellante, Marcelo Mazzeo.

Antecedentes

La detención de Lagostena se había producido en mayo de 2016 en la casa de Lanús en la que convivían con Erica, situada en Coronel Santiago 1433.

La detención de Lagostena se dio pese a que en diciembre de 2012 la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal resolvió liberar a Lagostena, el cual había sido detenido en julio de ese año.

Los investigadores determinaron que en la tarde del 20 de agosto de 2010, se dio por probado que la pareja fue al ginecólogo y a las 22.13 Erica recibió el llamado de una amiga y le dijo que estaba yendo con su pareja hacia su casa en auto.

Esta llamada telefónica fue el último contacto que se tuvo de la mujer con su entorno social en momentos que se encontraba en compañía de Lagostena, indicaron fuentes judiciales.

Cruces de mensajes y llamadas. Cerca de la medianoche, Lagostena comenzó a intercambiar mensajes con su sobrino Brian Poublán (25), hijo de su hermana, con quien hasta entonces no tenía un trato cotidiano ni habitual.

Alrededor de las 5 de la madrugada del día siguiente un teléfono celular a nombre de la madre del joven registró llamadas salientes en el centro porteño y la Costanera Norte, en Capital Federal, y luego se activó en Lanús, cerca de la casa del joven y su madre.

La intensidad de llamadas (seis entre las 5.05 y 5.53) llamaron la atención de los investigadores porque no era habitual el uso horario ni el patrón de comunicación.

Una fuente judicial explicó que se cree que esas llamadas se dieron en el lapso durante el cual se hizo desaparecer el cuerpo de Erica.

Si bien Lagostena dijo que solamente tenía un teléfono celular a nombre suyo luego se comprobó que tenía cuatro celulares activos, agregaron las fuentes.

Más pruebas. Otro dato valorado por los pesquisas fue que cuando la familia de Erica concurrió a su casa con la Policía para saber sobre ella, encontró allí la ropa con la que Lagostena dijo que había salido hacia lo de su madre tras mantener una discusión con él, su cartera con todas sus pertenencias, excepto el celular, y el ácido fólico que tomaba por su embarazo.

Peritos que buscaron rastros en la casa hallaron la chimenea caliente y restos de poliéster que se correspondían con una bombacha, por lo que se presume que el imputado quemó allí la ropa de su pareja, dijo un vocero.

También se encontró una mancha de sangre debajo de una mesita ratona que fue detectada con luminol, pero como había sido lavada sólo se pudo determinar que era de mujer.

Esta prueba coincide con el testimonio de una testigo de identidad reservada que declaró que “el día del hecho Daniel y Erica discutieron y por tal motivo le pegó un ‘sopapo’, ella se cayó y se golpeó la cabeza contra una mesada”.

En tanto, los investigadores tomaron como una prueba importante que Lagostena tenía vínculos con propietarios y empleados del rubro funerario que le podrían haber encargado la cremación del cadáver ya que en algunas oportunidades se han quemado cuerpos sin la documentación correspondiente, precisó un vocero.

El caso. Erica Soriano, embarazada de dos meses y medio, fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010 y la versión de su pareja es que al día siguiente ella se fue a visitar a su madre a la localidad bonaerense de Villa Adelina, pero allí nunca llegó.

El fiscal Loureyro y el juez Vitale no creyeron en esa declaración y sostienen que, a pesar de que nunca apareció el cadáver, Erica fue asesinada por Lagostena dentro de la casa que compartían por la mala relación que venían atravesando.