Viviendas vacías: Piden incentivar créditos hipotecarios


El acceso al crédito no es para todos y un gran porcentaje de los edificios se encuentra vacío. Frente al aumento de los alquileres y las complicaciones de acceder a la vivienda propia, piden que se de impulso a créditos hipotecarios.

Juan Carlos Donsanto confirmó que por estos días, un 30 por ciento del mercado inmobiliario se encuentra deshabitado, pero aclaró que “no es un problema”. “Llevamos una década en la que la gente invirtió en la producción. Entonces frenar esta superpoblación es desactivar la construcción, lo que generaría un aumento en el índice del desempleo”, advirtió.

Destacó el “criterio” de quienes apostaron al “capital resguardado”, y consideró que “debería haber más confianza e incentivo para que se ofrezcan esas propiedades”.

“Lo de las propiedades deshabitadas no es un secreto. Hay muchos casos de propiedades tipo torre que se edifican y sus propietarios las ponen en venta y nadie las usa”, aseguraron desde la inmobiliaria Adrián Ferraro. “La realidad es que hay más oferta que demanda”, apuntaron. Desde Spósito Inmobiliaria, de Lomas de Zamora, brindaron datos: “De 31 viviendas que tenemos, 17 están desocupadas”, señalaron. Y ampliaron: “En nuestro caso no creo que la cantidad de propiedades desocupadas en venta o en alquiler que tenemos se aplique a la idea de que hay más inversores, sino que tenemos muchas viviendas en estado de sucesión o heredadas”.

Más viviendas, precios más bajos. Esa es la condición que regula el mercado, insistió Donsanto en diálogo con este medio. “Mientras más deseable y escaso sea un bien más alto será su precio”, dijo, justificando su posición sobre el aumento de propiedades en la Región.

Consideró, entonces, que “los precios están en una tendencia hacia la baja”, aunque “muy suave”. “Hace diez años un inmueble que costaba 25 mil dólares, llegó a costar cien mil, y en algunos casos se achataron los valores hacia los 80 mil. Hay un retroceso”, explicó.

El problema en primera persona. Gladys Ortiz tiene 45 años y alquila "desde toda la vida". "Mes a mes me duele pagar lo que pago en alquiler, sobre todo me afecta cuando hago el contrato porque se hace una liquidación final de lo que vas a pagar en dos años, que es muchísimo dinero", comentó a este medio, al tiempo que aventuró: "Lo que pague de alquileres, me hubiera comprado una casa o estaría terminando de pagarla". Precisó, en términos concretos, que en cinco años de alquileres invirtió "más de 500 mil pesos".

Analizó que el sueño de la casa propia es muy lejano. "Pagando un alquiler, nunca vamos a tener nuestro propio techo", aseguró Ortíz, quien calificó como "triste" el panorama para "los laburantes y estudiantes que no tienen acceso al crédito".

Andrés Martínez tiene 30 años y es Luis Guillón, desde hace más de 10 años ahorra todos los meses para poder tener su casa, pero todavía es una ilusión. "Somos una pareja de porofesionales y la verdad es que sólo a base de ahorro, es imposible comprar una vivienda, al menos en zonas urbanas", admitió. "Uno depende de la chance de un crédito hipotecario, a lo que tampoco es fácil acceder", lamentó Andrés.

Piden créditos. Donsanto destacó que “falta muchísimo por construir, y hay que incentivarla con créditos subvencionados como existen en varias partes del mundo”. Y consideró que “el incremento del valor del crédito debe estar atado al aumento de las paritarias”.

Si bien destacó el programa PROCREAR, aclaró que “no alcanza”. “Hay que generar desde el Gobierno reservas de dinero para ser colocado en el mercado hipotecario, con tasas accesibles, con un incremento de la cuota atado al salario y no a otras variables económicas”, esbozó.

Aclaró, entonces, que “el Gobierno debe estar presente pero con medidas que incentiven la actividad”. Desde las inmobiliarias consultadas coincidieron en que "la aplicación de créditos como política de Estado alentaría a mejorar la situación", al tiempo que destacaron la implementación de PROCREAR.

Fernanda Cinzano (30) tenía la ilusión de la casa propia y, de a poco, ese sueño se va concretando. “Salimos sorteados en Pro.Cre.Ar. con mi novio, en el plan para vivienda a estrenar. Estuvimos buscando departamentos o dúplex y los precios estaban muy altos en relación a la cantidad de plata que nos daban y era mucha la diferencia que había que poner”, explicó. “Los lugares que vimos (y cuadraban) eran muy chicos y de materiales de mala calidad”, argumentó.

Explicó, entonces, que “como el plan tenía la posibilidad de cambiarse de línea”, decidieron comprar un terreno y construir. “Podíamos elegir entre terreno y construcción o sólo construcción. Para la del terreno, daban poca plata y tenias que irte bastante lejos como para conseguir algo que cuadre con el dinero que te daban. Lo que finalmente hicimos fue comprar un terreno fuera del plan y seguir con la línea de sólo construcción”, detalló a este medio.

Destacó que las cuotas “son bajas” y tiene 30 años para pagar, pero aclaró que “el plazo para la construcción es de nueve meses”. ¿Cómo es la operación? “Te desembolsan el dinero en tres partes, para cada desembolso va un inspector a chequear el avance de obra”, precisó.

Los precios actuales. Si bien desde el Colegio de Martilleros de Lomas de Zamora revelaron que la compra venta de inmuebles creció en la región un 20 por ciento en el primer cuatrimestre del año respecto a igual período de 2014, los costos de las propiedades siguen siendo elevados y se calculan en dólares por metro cuadrado. La zona más cara en la región es Las Lomitas, donde el mismo cuesta alrededor de USD 2100. Adrogué le sigue con un promedio de 2000.

Propiedades ociosas. Frente a la falta de acceso a la vivienda, se deslizó la posibilidad de gravar las propiedades que no estén ocupadas la mayoría del tiempo; es decir, aquellas que no son habitadas o las que se usan para el descanso. Donsanto rechazó de plano la posibilidad del impuesto, al que consideró una “restricción en el mercado que hará que los precios se incrementen y los alquileres desaparezcan”.

Señaló que “en el mundo es al revés” y en la Argentina, “como se interpreta que tiene una rentabilidad, se la quiere cargar con mayor carga tributaria”. “Es perjudicial a corto y largo plazo”, analizó en diálogo con Info Región, al tiempo que cuestionó “el afán recaudatorio”.

Vale destacar que la posibilidad fue enunciada para la Ciudad de Buenos Aires, donde 300.000 viviendas están deshabitadas y los alquileres son escasos y a precios muy elevados.