“Empieza el tiempo de la reconstrucción”, aseguró Alberto Fernández

El Presidente encabezó el acto por el Día de la Lealtad en la CGT.

El presidente Alberto Fernández encabezó en la sede de la CGT el acto por el Día de la Lealtad peronista. Llamó a la unidad y aclaró que “es con todos” porque “nadie sobra”. “Empieza el tiempo de la reconstrucción”, auguró.

Al comenzar su alocución, el jefe de Estado recordó que la historia del peronismo comenzó de forma traumática. “El pais habia vivido la tragedia del terremoto de San Juan y la historia hizo que Perón y Evita se conocieran, y ahí empezaron a escribir una historia única”, dijo, y planteó que una grupo de personas, por aquellos tiempos, “reclamaba la renuncia de un coronel que le daba mucho a la gente” y “se envalentonaron y creyeron que se podían llevar puesto a ese general”.

“Cuando el pueblo salio a la calle a reclamar por Juan Domingo Perón, la historia cambió para siempre y todos entendieron que había una Argentina invisible, que creían que no existía. Ellos decían ´queremos un lugar en esta patria´ y así nació el peronismo”, reflexionó. “Un pedazo de la sociedad argentina empezó a ingresar, el trabajo se dignificó, surgieron los sindicatos, los derechos gremiales, surgió el aguinaldo, las vacaciones, los que trabajaron tuvieron derecho a tener vacaciones. y las calles argentinas empezaron a poblarse de trabajadores y trabajadoras”, agregó.

Insistió en que hay un sector “pregona el odio”, “esa parte de la sociedad argentina solo desea el mal a los que reclamaban un lugar”. “Una y mil veces lo mataron, lo proscribieron”, recordó, al tiempo señaló que “tuvieron que pasar 18 años exiliado, vivir en una tierra donde el nombre de Perón y Evita no podían pronunciarse, una marcha estaba prohibida, solamente porque le habían dado a este pueblo los derechos que habían reclamado”.

Y fue allí cuando “asomaron millones de argentinos a los que la Patria había olvidado, que reclamaba un lugar adentro de la sociedad y el peronismo siempre mantuvo la regla de ser leal a su pueblo”.

“Néstor vino años después y su lealtad a la gente le permitió a muchos volver a recuperarse después de una crisis tan tremenda como la tuvimos en 2001. Cristina otorgó derechos como nunca nadie otorgó en la democracia, AUH, matrimonio igualitario, identidad de género. El peronismo ha querido que ahora me toque a mi ser quien conduzca”, reseño. Y mencionó “cierta similtud en el comienzo de todo”. “Porque también a nosotros nos toca hacernos cargo en el medio de la tragedia que significa la pandemia. Nos recordarán (contemplando a los gobernadores también) como los gobernantes de la pandemia”, apuntó.

Recordó que el gobernador de La Pampe le dijo que “Dios debe ser peronista porque menos mal que el peronismo esta gobernando la Argentina en este momento”. “Y tiene razón porque nuestra mayor preocupación fue que nadie padezca mas de lo que ya la pandemia nos hace padecer. Estuvimos al lado de todos”, dijo y parafraseó al Papa al advertir que “primero, los últimos”.

“Empezamos hoy un tiempo distinto, el tiempo de la reconstrucción argentina. Y me toca a mi ponerme al frente. Estoy orgulloso de poder hacerlo. Estoy seguro de cuales son los intereses que represento y no claudicaré en ninguno de los compromisos que he asumido”, sentenció, e hizo un llamado a la unidad. “Acá nadie sobra”, planteó.

A renglón seguido, dejó en claro: “Hay otro país posible y los vamos a construir nosotros”. “A la Argentina derrumbada la vamos a poner de pie, a la Argentina enferma la vamos a curar como siempre hizo el peronismo, sin odio”.

“Las víctimas del odio somos nosotros. A nosotros en nombre de la libertad y la democracia, nos fusilaban y nos hacían desaparecer compañeros. vamos a terminar con la Argentina del odio, los que piensan como nosotros y los que tienen diferencias. La sociedad con un discurso único no es una buena sociedad, vamos a construir en la diversidad”, concluyó. Y de inmediato comenzó a sonar la marcha peronista.