En dos años, los planes sociales perdieron un 25% de su poder de compra

Una consultora sostiene que los titulares de la AUH fueron los más perjudicados por el alza del costo de vida en la Argentina.

La inflación erosionó el poder de compra de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que cayó 23 por ciento en los últimos dos años, lo cual contribuye a explicar en parte el incremento de la pobreza en la Argentina según lo revela un estudio de la consultora Invecq, que midió la evolución del alza de precios y de esa asignación entre las PASO de 2019 y las del 12 de septiembre pasado.

A la hora de contar pérdidas de poder de compra, detrás de las AUH se ubicaron los haberes de los jubilados, un punto donde el propio oficialismo empieza a admitir que sufrieron un ajuste con la última reforma previsional y los salarios.

La AUH es de $ 4.504 por hijo y llega a 4,3 millones de chicos menores de 18 años, según la ANSES.

El poder adquisitivo de la asignación, medido a precios constantes, es actualmente de $ 4.633 y representa el valor más bajo desde la creación del beneficio en noviembre del 2009.

Este cálculo no tiene en cuenta el adelantamiento del 20 por ciento que normalmente es retenido y abonado en diciembre de cada año y que en esta oportunidad se cobró en julio último, para que llegara a impactar en las elecciones primarias y tampoco incluye el impacto de la Tarjeta Alimentar, que el Gobierno puso en marcha antes de la pandemia para los beneficiarios de AUH que tenían niños menores de 6 años y que, dDesde mayo pasado abarca también a las familias que tienen hijos de hasta 14 años.

Este beneficio implica un pago mensual de $ 6.000 para los que tienen un solo hijo y de $ 9.000 para los que tienen dos pero que, a diferencia de la AUH que es de libre disponibilidad, solo puede usarse para comprar alimentos.

Caída del poder adquisitivo.

La pérdida sufrida por quienes perciben la asignación se ubicó por encima de la de los asalariados que, de acuerdo con el estudio, perdieron un 5,5 por ciento en los últimos dos años frente a la inflación, una cifra que empeora para quienes trabajan en negro.

Entre mayo-julio de 2019 el salario bruto era de unos $ 92.790 constantes, mientras que ahora no llega a los $ 88.000, indica el trabajo que precisa que aAlgo similar ocurrió con las jubilaciones: el poder adquisitivo en la previa electoral de las PASO 2017 de un haber promedio era de $ 43.015, pero cayó a $ 39.795 en los tres meses previos a las de 2019 y en las últimas retrocedió a $ 37.132. El cálculo arroja que entre las elecciones de 2017 y las del domingo último, los jubilados perdieron 6.000 pesos constantes.

Los datos están alineados con el argumento utilizado por la vicepresidenta Cristina Kirchner en su carta de reproche al presidente Alberto Fernández tras la derrota electoral en la cual reclama que el Gobierno ponga más plata en el bolsillo de los sectores más postergados, y no avance con nuevos ajustes.

En esa línea, se espera que se anuncien medidas de aumento para las AUH, bono para jubilados y hasta reflote el IFE, lo cual es resistido por el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien considera que hay herramientas más adecuadas para mejorar el poder adquisitivo.