Abren fronteras para pasajeros de avión, pero siguen cerradas para autos y peatones


A partir de hoy es posible ingresar a la Argentina si el turista o compatriota que regresa lo hace en avión, pero curiosamente ese anhelado privilegio no existe todavía para quienes pretendan entrar al país caminando, en auto o en micro, porque las fronteras terrestres continúan cerradas sin fecha de apertura.

Esta situación insólita se presenta en 126 de los 128 pasos fronterizos que unen a la argentina con sus vecinos que permanecen cerrados para el tránsito de personas como en el peor momento de la pandemia. Del total de conexiones terrestres hay 2 que están abiertas como plan piloto, son los Centros de Frontera “Iguazú – Foz de Iguaçu”, en la provincia de Misiones, y el “Sistema Cristo Redentor”, en la provincia de Mendoza, luego, otras 19 sólo franquean el paso al transporte de carga, mientras que 107 permanecen completamente clausuradas para cualquier tipo de intercambio, a no ser por las excepciones particulares que pueda disponer la Dirección Nacional de Migraciones.

Justamente esa dependencia, a cargo de Florencia Carignano, anunció hoy que quienes tengan la suerte de poder ingresar a la Argentina mediante un vuelo internacional o a través de la cuasi monopólica empresa Buquebús cuentan con el beneficio de entrar libremente, sin cupos y con mínimos requisitos.

El relajamiento tiene relación con el aumento de la cantidad de vacunados con dos dosis en la Argentina, que se acerca al 55%, un nivel similar al de Estados Unidos, y con la merma de casos a nivel local y global.

Quienes lleguen en avión o en ferri -sean argentinos o extranjeros- sólo deben presentar un test de tipo PCR con resultado negativo realizado antes de abordar y comprometerse a realizar otro a los 5 días, si permanecen en el país. Pero ya no deben permanecer aislados ni realizarse un test de antígenos al arribar al país.

Sin embargo, la flexibilización para pasajeros con capacidad económica para pagar ese tipo de transporte, no se hizo extensiva a quienes pretenden llegar al país o retornar por vía terrestre.

En las últimas horas se viralizó la foto y la historia de dos hermanas uruguayas, una residente en Salto, del otro lado de la frontera, y otra en Concordia, Entre Ríos. Viven a escasos 30 kilómetros, pero no se ven desde hace meses porque el paso permanece clausurado desde el inicio de la pandemia. Se encontraron en la frontera y se dieron un abrazo, pero no pudieron cruzarla. Para hacerlo la vecina de Salto debería al menos viajar a Colonia, sacar un pasaje de Buquebús, arribar al puerto de Buenos Aires, subirse a un micro y viajar hasta Concordia. Un verdadero disparate por el derroche de dinero y la pérdida de tiempo.

“Esa foto expresa lo que todos tenemos ganas de hacer porque la situación ya es desesperante, no entendemos por qué si ya abrieron las fronteras en Brasil, con Chile. No sé qué pasa con estas fronteras terrestres, no entendemos por qué permanecen cerradas”, planteó con sentido común Gabriela Minutti Reyes, la vecina de Concordia, molesta por la injusticia que implica el trato diferencial entre quienes viajan por avión y los que lo hacen a pie o en auto.

Poco después de la difusión de la historia, autoridades nacionales y el propio gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, anunciaron que se reabrirá el paso en las próximas horas en condiciones similares a los de Iguazú y Mendoza, pero hasta el mediodía en la página oficial de Migraciones los cruces permanecían como cerrados y nadie contestaba los teléfonos de consulta con los que intentó comunicarse InfoRegión durante la mañana para confirmar los cambios.