Tras el escándalo, D´Alessandro pidió licencia

Es investigado por el estrecho vínculo del asesor de Horacio Rosatti y el viaje con empresarios y funcionarios judiciales.

El ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro, anunció hoy que pidió licencia “temporaria” en su cargo, luego de quedar involucrado en una serie de escándalos que derivaron en investigaciones judiciales.

Esas causas están relacionadas con un viaje que hizo al sur del país con jueces y ejecutivos de medios y con el intercambio de chats con un colaborador del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y con un empresario que explota el servicio de grúas que acarrean vehículos en infracción, entre otros.

“Necesito tomarme una licencia temporaria, ordenar mis cosas familiares, preparar la defensa para demostrar la falsedad de las operaciones infames a las que pretenden someternos”, dijo D’Alessandro en conferencia de prensa donde anunció el mapa del delito de la Capital Federal.

En ese marco, dijo estar “más firme que nunca” y aclaró que será “una licencia temporal”, por lo cual no será designado un reemplazante a su cargo, sino que el área de Seguridad quedará bajo la coordinación de la Jefatura de Gabinete de Felipe Miguel.

“Somos objetos de una operación de grupos de tareas que realizan inteligencia sobre las personas, donde violan la intimidad y después montan situaciones que no son reales, las editan queriendo instalar crisis institucionales”, remarcó.

El escándalo es por las filtraciones de chats en los cuales Silvio Robles mantenía una conversación con el ministro porteño de Seguridad y Justicia, Marcelo D’Alessandro, en las cuales se coordinaban estrategias frente al litigio por la coparticipación que la Nación mantiene con el Ejecutivo que encabeza Horacio Rodríguez Larreta.

También es investigado en la causa en la que se investiga el viaje realizado en octubre pasado a Lago Escondido (estancia de Joe Lewis) lugar por un grupo de jueces, funcionarios del Gobierno porteño y directivos del Grupo Clarín, por la comisión de delitos vinculados con el pago y la aceptación de dádivas por parte de los viajeros.