Una banda integrada al menos por cinco ladrones armados ingresaron al country Santa Clara al Sur, en el partido de San Vicente, durante la madrugada de hoy y allí redujeron a las personas que estaban en dos de las 110 viviendas de complejo para robarles dinero, joyas y electrodomésticos.
Tras el violento atraco, que duró cerca de una hora y causó que una mujer víctima de un ataque de nervios haya sido trasladada al hospital Ramón Carrillo, se supone que los malvivientes se quedaron dentro del barrio hasta poder escapar con mayor comodidad, se especula con dirección a la ruta 58, habitual ruta de escape para estas fechorías.
Santa Clara al Sur es uno de los barrios cerrados más grandes del distrituo de la Laguna en el que si bien residen 110 familias, tiene 1812 lotes, el 60 por ciento de ellos en construcción con lo cual el emprendimiento del grupo Caputo Hermanos S.A. aún presenta escasa densidad poblacional.
Una particularidad es que durante el operativo para dar con los malvivientes las actividades diarias del barrio no fueron modificadas ni por la policía bonaerense ni por la seguridad privada lo que habría facilitado la huida de los ladrones y su botín.
Entre los vecinos navegan entre dos hipótesis: falsos vecinos en un falso alquiler fraguado para poder ingresar al barrio y hacer inteligencia o la más pedestre: aprovecharon las fallas de la seguridad para entrar por los fondos.
“No está terminado el cerco perimetral, no hay garitas de altura, las cámaras de seguridad no funcionan y hay un sólo móvil de seguridad interna. Nos aumentaron 50 por ciento las expensas pero los avances en materia de seguridad van muy relegados en comparación al crecimiento poblacional del barrio”, denunció un vecino a un diario porteño.
Este tipo de asaltos que comienzan a poblar las crónicas, preocupa a los vecinos que se quejan por el costo de las expensas y los incrementos de las tasa municipales que en el caso de San Vicente se multiplicaron hasta por cuatro.
Según los expertos, los ladrones prefieren, ahora, reventar casas con las familias adentro para generar un efecto pánico que haga que los moradores confiesen donde atesoran sus bienes, un dato clave ante la baja de los botines que se produjo en los robos cuando eran llevados adelante con la técnica del escruche, es decir en ausencia de moradores.
