La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) brindó precisiones en torno al impacto en los mostradores de “la decisión de elevar bruscamente la cotización en pesos del tipo de cambio oficial el día posterior a las PASO”.
La entidad expuso que atento a la “ausencia de un plan consistente”, se “generó un rápido traslado a precios mayoristas y minoristas”.
“Más allá de las sobrerreacciones que puedan haber existido”, lo cierto es que el nivel general del índice de precios al consumidor referido al Gran Buenos Aires subió 12,3 % con respecto a julio y de esta manera la suba interanual llegó a 125,2 %.
En el caso del capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas, la variación mensual llegó a 15,2%, producto de la suba de 16, 2% de los alimentos. En tanto, las bebidas no alcohólicas registraron un alza de sólo 6,8% mensual. Y en este escenario de aceleración de la tasa de inflación, que impactó fuertemente en el valor de la hacienda en pie (+53,4 % mensual), la carne vacuna no sólo no fue la excepción, sino que registró un incremento de 34,4% con relación a julio, superando incluso el brusco ajuste que había mostrado en febrero del corriente año (+32,8 %).
Al comparar agosto de 2023 con agosto de 2022, el capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas exhibió una suba de 135,6%, que en el caso particular de los alimentos fue de 136,6% y en el promedio de los principales cortes vacunos llegó a 133,5 por ciento.
“Hacía quince meses que no se observaba una suba interanual en el precio de la carne vacuna mayor a la del nivel general de precios al consumidor. Esto hizo que la brecha entre el ritmo de aumento del precio promedio de los cortes vacunos y del nivel general del IPC se revierta y quede en 3,7 % a favor de los primeros”, puntualizó la CICCRA.
Los protagonistas del aumento de la carne
La apertura por corte de carne mostró subas en el rango de 30 %-40 % entre julio y agosto. La carne picada común lideró el proceso con un alza de 39,4 % mensual, y fue seguida por la paleta (+34,1 %), el cuadril (+33,3 %), la nalga (+32,8 %)y el asado (+32,4 %).
En cambio, el valor de la caja de hamburguesas congeladas sólo aumentó 6,7 % entre ambos períodos. Por su parte, el precio del pollo entero subió, pero a menor velocidad que los cortes cárnicos (+20,6 %).
Al comparar con agosto de 2022 también fue la carne picada común la que más subió de precio, con 144,2 %. A continuación se ubicaron la nalga (+137,2 %), el cuadril (+135,9 %), la paleta (+134 %) y el asado (+129,1 %). En el caso de la caja de hamburguesas el alza fue de 96,4 %. Y el precio del pollo entero resultó 120,9 % superior al de agosto del año pasado.
En consecuencia, en los últimos doce meses el precio promedio de los cortes de carne vacuna que releva el INDEC subió 3,7 % con respecto al nivel general del IPC. Y con respecto al precio del pollo entero, subió 6,9 por ciento.
Resta precisar que el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna se ubicó en 51,1 kilos por habitante al año, un 5,6 % superior al registrado hace un año.