Museo de Agrobotánica, Historia y Naturaleza Santa Catalina, un patrimonio ilimitado al alcance de todos

Más allá de la clásica enciclopedia 3D que caracteriza museo, el MAgNa de Ciencias Agrarias es una ventana inmensa cuya riqueza excede especies, espacio y tiempo.

Las definiciones formales acerca de los museos referidos a las ciencias en general, sostienen que el principal propósito es “mejorar la comprensión del mundo natural”. Otras razones, acaso más excéntricas, rescatan este espacio como una suerte de enciclopedia 3D con animales y plantas que habitan o habitaron alguna vez nuestro planeta.

Es el caso del Museo de Agrobotánica, Historia y Naturaleza (MAgNa), ubicado en la Reserva Provincial Santa Catalina, y creado por el Consejo Académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de Lomas de Zamora hace poco más de once años, apunta esencialmente al reconocimiento y la compresión de los procesos de preservación del Patrimonio Cultural y Natural. Algo así como una herramienta para el fortalecimiento de la identidad regional.

“Es un museo y centro de interpretación, desde el cual hacemos difusión del valor que tiene el patrimonio histórico, cultural y natural de Santa Catalina”, indica, Adriana Fiedczuk, museóloga y responsable junto con Alberto De Magistris, ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Biológicas, de realzar la riqueza de este espacio y su entorno en beneficio de la comunidad.

De hecho, la visita de contingentes de estudiantes o interesados en general, va más allá de la cuestión espacial. Además de los recursos visuales presentados en vitrinas o en videos, es el entorno el que entusiasma por igual a docentes y alumnos.

Investigación arqueológica

Desde el 2017 se trabaja en un proyecto arqueológico orientado hacia el descubrimiento de las poblaciones que preexisten a la actual Reserva y al propio devenir histórico de la región. Busca reconstruir parte de la historia que se desarrolló en el predio entre los siglos XIX y XX.

Allí donde antes no había nada, según asume Fiedczuk, hoy no dejan de asombrarse con lo que descubren. Se empezó con algo mínimo y se siguió a partir del material donado y hallado en relación al entorno de la fundación del Instituto agronómico veterinario, allá por fines del siglo XIX.

La tarea con el licenciado en Ciencias Antropológicas con orientación en Arqueología. Diego Aguirre, facilita el relevamiento en la clasificación de los objetos encontrados. Por supuesto que aunque son muchos, no es sencillo el trabajo. “Sobre todo porque en algunos casos los objetos de vidrio están muy fragmentado. Una vez que se termine la etapa de clasificación seguimos con la de sondeo”, asegura Fiedczuk.

El objetivo va más atrás que el final del siglo XIX; en concreto se enfoca hasta la primera colonia escocesa, aunque no se descartan indicios de los pueblos originarios. “Aunque el hecho de dedicarse a la recolección, más la caza y la pesca llevó a no dejar demasiado registro, fundamentalmente porque la manufactura para lo cotidiano era muy rudimentaria”, coincide la museóloga con De Magistris, señalando que la condición de nómades, resulta un obstáculo para nuevos hallazgos de la región.

Por ello, además de realizar acciones de investigación arqueológica, se hicieron diversas actividades de difusión científica en la excavación y en las salas del Magna sobre el patrimonio histórico, y sobre el proyecto de arqueología integral en la Reserva Provincial.

Relevamiento florístico de Santa Catalina

Quien hace rato ejerce como docente de Agrarias y se fascinó con el entorno desde sus inicios como estudiante, realza las 700 hectáreas de la reserva como ámbito de investigación, cuyos logros se distinguen a través de la información del Museo Magna que tiene como uno de los objetivos promover el conocimiento de la diversidad natural y su riqueza, a fin de favorecer la toma de decisiones a favor del cuidado y respeto del entorno.

Sus relevamientos no dejan de asombrar. Si el primero completo en 1996 sólo de flora fue de 650 especies, hoy números y hallazgos por igual elevan la vara en las expectativas. “Sabemos que hay 850 especies de plantas, 17 de mamíferos, 6 de anfibios, 11 de reptiles y lo que sorprende es la cantidad de artrópodos que son 1.900 especies que requieren especialistas de cada grupo. Están apareciendo especies desconocidas de insectos, de hecho hace dos semanas publicamos un artículo en la Universidad sobre 12 especies de chinches (Heterópteros) nuevas para la Provincia de Buenos Aires, mientras que otras 6 especies de chinches colectadas en Santa Catalina, serian nuevas, ya sea para el país o para la ciencia, y están bajo estudio junto al especialista del Conicet, Diego Carpintero», celebra De Magistris.

Por supuesto que esto incide en el interés de los propios estudiantes, “para ellos es un componente trascendental el shock que le da el lugar, todavía estamos en una zona urbana y uno hace unos metros y se encuentra un paisaje rural en pleno conurbano. Eso es impactante”, concluye Fiedczuk.

Datos:

·         Está localizado dentro de la Reserva Natural Provincial Santa Catalina, en el parque ubicado en la Ruta 4, Km2 (altura Avenida Valette-Fair).

·         Se llevan a cabo visitas guiadas para grupos escolares y organizaciones interesadas en conocer el ecosistema. Los interesados pueden escribir a magna.agrarias@gmail.com