Terror en pantalla grande: Cuando acecha la maldad

La película cuenta la historia de dos hermanos que descubren a un hombre poseído por una fuerza maligna y para proteger al pueblo, deciden deshacerse de él, pero desatan el horror.

En detalle

Una pieza de terror con tintes de gore que sin dudas será recordada en la historia del cine nacional.
Dirección 9.5
Guión 9.0
Fotografía e iluminación 9.0
Actuación 9.0
Diseño de sonido 9.0
Lo mejor
Es una obra impecable de aquellas que reivindican el cine nacional y hace que aquellos que no son asiduos consumidores de este, salgan de la sala de cine comentando en voz alta que “no parece argentina”
Para mejorar
Nada

Cuando acecha la maldad es uno de los últimos estrenos cinematográficos. La película escrita y dirigida por Demian Rugna cuenta la historia de dos hermanos que en el medio del campo descubren a un hombre “embichado” poseído por una fuerza maligna. Para proteger al pueblo, deciden deshacerse del hombre, pero sólo logran desatar aún más el horror.

Luego de su paso por importantes festivales internacionales como el de Toronto, Mar del Plata y  Sitges, donde ganó el premio principal, la película se estrenó a principios de octubre en más de 600 pantallas estadounidenses bajo el título When Evil Lurks, para luego aterrizar en las grandes pantallas argentinas durante el mes de noviembre. Con funciones en casi 150 salas del país, Cuando acecha la maldad ya constituye un increíble éxito, acumulando alrededor de 130.000 espectadores en sus primeras dos semanas, y convirtiéndose así, en la película de terror nacional más vista y con mejor recaudación de los últimos 25 años.

El director de Aterrados (2018), gran precedente para el terror argentino y disponible en la plataforma Prime Video, se aleja de las historias urbanas para adentrarse en el terror campestre, esta vez, con una producción de mayor presupuesto.

En una zona rural perdida en el mapa y detenida en el tiempo, viven Pedro (Ezequiel Rodríguez) y Jimi (Demián Salomón). Allí nunca sucede nada, la extrema quietud del pueblo se vuelve inquietante en esta historia. Una noche, los hermanos escuchan tiros a lo lejos, y la mañana siguiente, se topan con un cadáver mutilado y descartado en uno de los caminos que conectan con las casas de sus vecinos. En busca de las respuestas y explicaciones, terminan encontrando algo aún peor: en una de las casa vecinas, hay un “embichado”, un hombre infectado por un virus maligno y letal. Obeso, monstruosamente desfigurado, sin control de su cuerpo y sus fluidos, enfermo y putrefacto, con sólo verlo confirman que el vecino está poseído por un demonio que busca liberarse “pariendo” a esa fuerza maligna en otro ser.

Ante la amenaza que implica para el pueblo tener un embichado en esas condiciones tan cerca de las otras casas, Pedro, Jimi y Arnaldo Ruiz (Luis Ziembrowski), un vecino extremista y con pocas pulgas, cargan al hombre en la caja de una camioneta y emprenden viaje a cientos de kilómetros para deshacerse de su cuerpo, y que la muerte lo encuentre lejos de ellos y sus familias. Como es de esperarse, transcurridos unos pocos minutos de la película, entendemos que este es el peor error que podrían haber cometido, porque solo consiguen esparcir aún a mayor escala la maldición que los acecha buscando cuerpos huéspedes para hacerse carne.

El universo planteado por Demian Rugna es muy interesante, y uno de los puntos llamativos es cómo la posesión de esta fuerza maligna no implica únicamente la capacidad de un ente de habitar un cuerpo humano o animal, sino llevarlo a los límites más terribles de destrucción y degradación de todo aquello que lo conecta con su ser racional. El mal conecta con naturaleza más primitiva y se propaga con una rapidez imparable, ofreciendo imágenes de una animalidad extrema, capaces de provocar repulsión, asco y miedo.

En contraposición a muchas películas de terror de formatos más clásicos, el guionista y director elige no caer en la estructura del héroe, sino que plantea una dinámica llamativa que está completamente guiada por “el mal”, en la que cada personaje se convierte en víctima y a la vez en agresor. Destruir para salvarse parece ser la única salida, y a cualquier costo. Los personajes de esta historia son pobres tipos, con conflictos más grandes o más pequeños, pero abatidos por las vidas que les han tocado en suerte. Se mimetizan con la intrascendencia del espacio que habitan, ese campo inmenso donde todos los días y las noches son iguales, hasta que un día ya no.

Cuando acecha la maldad es una obra impecable de aquellas que reivindican el cine nacional y hace que aquellos que no son asiduos consumidores de este, salgan de la sala de cine comentando en voz alta que “no parece argentina”. Esto, irónicamente, para esas personas comprende un halago. Quizás es justo decir que el cine argentino tiene mucho más para ofrecer de lo que se pensaba, y todo el tiempo se están gestando ideas y producciones nuevas y originales que nos posicionan dentro de las mejores críticas a nivel mundial.

La película logra transmitir durante sus 99 minutos la sensación de acecho que le da título, haciendo que el espectador no pueda estar tranquilo en ningún momento, asumiendo que todo está mal, y va a estar peor. Angustia, terror, ansiedad y tensión son algunos de los sentimientos que han experimentado quienes ya han tenido el honor de ver esta película en la pantalla grande. Con actuaciones que dan justo en la nota y en el registro ideal, una fotografía que compone luces y sombras perfectas para cada una de las escenas, y efectos que en ningún momento pecan de inverosímiles o extremos, Cuando acecha la maldad compone con elegancia una pieza de terror con tintes de gore que sin dudas será recordada en la historia del cine nacional.

Ficha Técnica de Cuando acecha la maldad

Título original: Cuando acecha la maldad
Año: 2023
Duración: 99 minutos
Género: Terror
Director: Demián Rugna
Guión: Demián Rugna
Reparto: Ezequiel Rodríguez, Demian Salomón, Luis Ziembrowski, Emilio Vodanovich, Silvina Sabater
Dónde ver: en cines