Murió Tula, el hincha más famoso de la Selección argentina

Carlos Pascual, conocido como "Tula, el hombe bombo" falleció hoy a los 83 años. Recibió en el 2023 el premio The Best por la FIFA en representación al hincha argentino.

Carlos Pascual, conocido como “El Tula” y emblemático hincha de la Selección argentina , falleció hoy a los 83 años, luego de permanecer internado en un centro de salud en coma inducido.

“El Tula”, se hizo famoso por el acompañamiento que le brindó a la Selección nacional en las distintas competencias nacionales e internacionales que jugó. Además, su pico máximo lo logró el año pasado, cuando recibió el premio The Best de la FIFA a  “mejor hinchada” en representación de todos los argentinos tras el Mundial de Qatar 2022.

Se encontraba internado en estado delicado, en coma inducido, según informó su familia mediante las redes sociales hace algunos días, en donde pidieron una cadena de oración por su salud.

“El hombre del bombo”, como fue conocido mundialmente, había sido intervenido quirúrgicamente el miércoles 31 de enero en el sanatorio Mitre de la ciudad de Buenos Aires, por complicaciones derivadas de una dura enfermedad contra la que luchaba hace varios años.

El hombre del mítico bombo comenzó a ganar notoriedad en 1971, a raíz de su vínculo con Juan Domingo Perón, ya que el ex presidente fue quien le regaló el instrumento que tuvo su primera aparición pública en Alemania 1974. Ya en la última edición en la que Argentina bordó la tercera estrella a su escudo, se lo vio visiblemente golpeado físicamente al nivel que paseaba por las calles de Medio Oriente en silla de ruedas, con bastón y junto a Yuri, un amigo ruso que conoció durante el Mundial que se jugó en 2018.

“Es un voluntario que me mandó Dios, porque Dios siempre me manda voluntarios en todas partes del mundo. Porque sino yo solo, rengo, sin saber idiomas, ¿qué hago? ¿dónde voy? No puedo ir a ningún lado. Él sabe hablar inglés, francés, alemán, es ruso, qué sé yo, todos los idiomas”, le comentó Tula a Infobae durante uno de los banderazos en Souq Waqif. Nunca en soledad, Carlos se caracterizó por estar siempre en cada una de las concentraciones de los fanáticos de la Albiceleste para poder hacer resonar su instrumento.

Nació en Rosario, pero vivió más de 50 años en Lomas de Zamora y recorrió el mundo acompañando a la Selección nacional de forma ininterrumpida desde el Mundial de Alemania 1974 hasta el último en Qatar 2022, entre medio de la máxima cita, también dio presente en las Copas Américas.

Su peregrinación junto a la Albiceleste terminó con la coronación en los premios The Best, a fines de febrero de 2023, en la que recibió el premio “a la mejor hinchada” en representación de todos los argentinos en tierras qatarís.

En aquella jornada histórica para el deporte nacional, ya que Lionel Messi, Emiliano “Dibu” Martínez y Lionel Scaloni junto a Tula, arrasaron con todos los premios en los que compitieron, el protagonista de esta historia subió al escenario con toda la liturgia a cuestas: camiseta de la Selección, cadenas, cruz, gorra piluso y bombo con imágenes del papa Francisco y Eva Perón.

“Como argentino estoy muy contento porque nos llevamos todos los premios. El Dibu, Scaloni, Messi. Ahora yo como hincha estoy muy contento porque soy el primer bombo: Alemania 1974. Desde ese día histórico para acá estuve en todos los Mundiales y Copas Américas”, dijo aquel día, tras recibir el premio The Best de la FIFA.

“A esta altura, a los 82 años, estuve en todos lados. Soy pobre, pero viajé por todo el mundo. Soy un hincha más que vengo a representar a los miles de argentinos que estuvimos alentando a nuestra querida Selección y a los millones que festejaron el triunfo. Argentina estaba triste y nos dieron una alegría inmensa”, remarcó.

Pascual, también destacado por su amor y fanatismo por Rosario Central, una pasión de herencia paterna.

Desde chico vivió en el barrio donde se emplaza el club con el estadio Gigante de Arroyito. Su hijo, hace un tiempo contó que su padre comenzó a tocar el bombo en las tribunas por mera casualidad.

“Vivía a tres cuadras de la cancha. Y un día simplemente notó que en la hinchada había una persona que había dejado de tocar el bombo. Entonces se ofreció voluntariamente porque le llamaba mucho la atención y se lo entregaron. Y es por eso que hoy es ‘el Tula y su bombo’”, explicó en una entrevista.