Una oportunidad a la prudencia


El presidente Javier Milei volvió a la carga y calificó a los políticos como “una mierda” y al Congreso de la Nación un “nido de ratas”.

La nuestra es una sociedad escaldada por las frustraciones y el cansancio por los malos gobiernos que antecedieron al actual. Milei exhibió una propuesta electoral disruptiva y, especialmente, encontró una forma de expresarse que sintonizó con el enojo de una buena parte del electorado.

Pero el libertario ya dejó de ser un político candidato y ahora ocupa la máxima magistratura del país, y ello significa una responsabilidad sobre el conjunto de los argentinos; esto es: dejó de representar a una facción para conducir una nación, con sus problemas, sus deseos y sus sueños.

Creer que se puede avanzar insultando, ninguneando, provocando a los que no piensan como uno es un grave error que hoy puede ser festejado por minorías intensas, pero que más temprano que tarde traerá más problemas que soluciones.

Se viene el 1° de marzo, fecha en la que el presidente inaugurará las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, ¿cuál será el temperamento presidencial? ¿será a los gritos e insultos o buscará tender puentes con el resto de la clase política o irá a fondo con sus agresiones?

Depende de él. Ojalá en estos momentos que vive el país prevalezca la debida prudencia, el sentido común y la cordura.