La Cámara Nacional Electoral ordenó que la Cámara de Diputados debe modificar su integración actual ya que está basada en los datos del censo de 1980, realizado hace 38 años, con lo cual resulta “anacrónico”.
Los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via hicieron lugar a un planteo de un elector de Córdoba, una de las provincias que tiene menos diputados de los que corresponde.
La demanda
El caso se inició con la demanda de un elector cordobés, que alegó que -por encontrarse desactualizada la cantidad de diputados que se eligen por distrito- el valor de su voto es inferior al de los ciudadanos de otras provincias.
La Cámara hizo lugar al planteo y requirió al Congreso que extreme los recaudos para ejecutar el mandato constitucional establecido en el artículo 45 de la Constitución Nacional, que obliga ajustar la representación a los datos del censo.
De acuerdo con dicha norma, la Cámara de Diputados se compone de representantes elegidos directamente por el pueblo de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, en una cantidad distribuida proporcionalmente al número de habitantes que tiene cada una de ellas.
Con base en este diseño, los camaristas Dalla Via y Corcuera señalan que la Cámara baja es la rama del Congreso que los constituyentes organizaron para que fuese “el mapa político del país” o el “espejo de la Nación”, donde se reflejan todos los matices de la opinión pública, con la variedad heterogénea que la caracteriza.
Con este propósito, la Constitución dispone que “después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada por cada diputado”.
Sin embargo, en la sentencia se advierte que la actual composición de la Cámara de Diputados está basada en los datos poblacionales de un censo realizado hace 38 años, lo cual resulta anacrónico, pues no se actualizó con los censos posteriores. De allí que corresponde una actualización de la representación según el último censo, realizado en el 2010.
