Trabajadores de SIAM protestaron en el Puente Pueyrredón

Reclaman en contra de los despidos en la metalúrgica en medio de un fuerte operativo policial.

El conflicto en la fábrica SIAM de Avellaneda suma un nuevo episodio. Los trabajadores despedidos, que fueron desalojados de su acampe pacífico en la puerta de la empresa, en Avellaneda, marcharon por la avenida Mitre hacia el Puente Pueyrredón para visibilizar el reclamo.

“Nos tiraron balas de goma incluso adentro del barrio, gases y palazos hiriendo compañeros y personalidades que nos vinieron a apoyar solidariamente”, denunciaron los trabajadores luego del desalojo. El viernes a la medianoche unos 150 efectivos de la Bonaerense los obligaron a levantar la protesta en la fábrica ubicada en Molinedo al 1600, en la localidad de Piñeiro.

“La Policía Bonaerense bajo órdenes del juez Luis Carzoglio nos desalojó violentamente junto a nuestras familias y vecinos del acampe pacifico que manteníamos frente a la fábrica. Nos tiraron balas de goma incluso adentro del barrio, gases y palazos hiriendo compañeros y personalidades que nos vinieron a apoyar solidariamente”, señalaron sobre el desalojo.

Se trata de la segunda movilización en pocos días de diferencia. El martes, los trabajadores metalúrgicos de Siam se movilizaron al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires de Avellaneda para tener una audiencia por los despidos de la semana pasada, pero las autoridades de la empresa no se presentaron y se pautó otra reunión para el martes que viene.

Trabajadores de la planta de Avellaneda denuncian que se quedaron sin trabajo tras denunciar que la multinacional Newsan estaba “llevando adelante un plan de ajuste con suspensiones y reducción de gran parte del salarios”. “El destino de la fuente de ingreso de 20 familias está en juego. Ya han despedido a 85 compañeros con retiros voluntarios truchos y han despedido al plantel de contratados. Queremos un freno a estos ataques y poder ingresar a nuestros puestos de trabajo”, reclamaron hace algunos días.

La planta, que llegó a tener casi 500 operarios, funciona actualmente con cerca de 60 personas que permanecen en la producción con policías alrededor de ellos desde la semana pasada.