La Iglesia pidió que se declare la emergencia alimentaria

A partir de los datos recientes, en torno a la imposibilidad de cubrir la canasta básica alimentaria, la Iglesia reclama políticas y una Canasta Básica de Primera Infancia.

Un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda advierte que se duplicó la cantidad de gente que no puede cubrir una alimentación básica. Uno de cada tres niños del Conurbano bonaerense sufre problemas para acceder al agua potable y a una alimentación que brinde los nutrientes indispensables para el desarrollo, señala un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. La Iglesia pide que se implemente la Emergencia Alimentaria.

La Comisión Episcopal de Pastoral Social solicitó al Gobierno que declare “en forma urgente” la emergencia alimentaria y nutricional, ante el “severo aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica”.

Alerta sobre el “aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica”, que provoca “una situación de emergencia alimentaria y nutricional” y “afecta esencialmente a los más vulnerables, en especial a los pequeños”. Reclama, entonces, implementar una Canasta Básica de Primera Infancia con productos esenciales que pueden ser distribuidos gratuitamente y/o a costo subsidiado que contemple productos como carnes, verduras, leche y pañales, entre otros productos.

“Ante el severo aumento de la indigencia, la pobreza, la desocupación, y el aumento indiscriminado del precio de los alimentos de la canasta básica, nos encontramos en una situación de emergencia alimentaria y nutricional, que afecta esencialmente a los más vulnerables, en especial a los pequeños”, señala el texto difundido hoy. “Por ello, entendemos que es urgente implementar una Canasta Básica de Primera Infancia con productos esenciales que pueden ser distribuidos gratuitamente y/o a costo subsidiado para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, la salud, y los cuidados de calidad de niños y niñas, incluyendo medicamentos, vitaminas, leche líquida y en polvo fortificada, y otros productos lácteos, carnes, pescados, frutas, verduras, huevos, legumbres, otros nutrientes, y pañales, entre otros productos esenciales”, apunta.

Y advierte, además, que “resulta urgente aumentar el Presupuesto destinado a los comedores y a las huertas escolares, comunitarias y familiares, a emprendimientos de la agricultura familiar y social, garantizando la equidad y la calidad federal de los servicios de asistencia alimentaria y nutricional”.