Alerta gamers: pasan seis horas frente a la pantalla

Un informe de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires detalla que el 37 por ciento de los que juegan lo hacen varias horas al día.

El 37 por ciento de los “gamers” argentinos admitió que pasa entre 4 y 6 horas diarias frente a una pantalla de videojuegos y un 17 de ellos reconoce como “un vicio” el vínculo que mantiene con las diferentes plataformas, según una encuesta de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.

El estudio se hizo en base a un trabajo de campo que se desarrolló entre el 30 de julio y el 3 agosto. Se realizaron unas 273 entrevistas presenciales con cuestionario y respuestas online. Participaron mujeres y hombres de entre 12 y 45 años.

“Nos encontramos con que el 47% de los entrevistados reconoció que dejó de hacer distintas actividades para dedicarle más tiempo a los videojuegos”, explicó Walter Martello. Y advirtió que el 17% de los consultados definió como “un vicio” el vínculo que mantienen con distintas plataformas: consolas, tablet, smartphone, notebooks y computadoras de escritorio.

La investigación del Observatorio se produce en momentos donde la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la adicción a los videojuegos dentro del listado de desórdenes mentales, en una categoría que está al mismo nivel que la acción de apostar compulsivamente (ludopatía). La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que elabora la OMS, es un instrumento fundamental para identificar tendencias y estadísticas de salud en todo el mundo. Es utilizada por las aseguradoras médicas cuyos reembolsos dependen de la codificación de la CIE, por los administradores de los programas nacionales de salud, por los especialistas en recopilación de datos, y hasta por funcionarios que determinan la designación de los recursos sanitarios.

El Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia destacó que, a diferencia de lo que ocurre en otros países como España, “la Argentina tiene una legislación poco abarcativa, desactualizada y totalmente insuficiente” en lo que se refiere a la regulación de videojuegos.