El presidente Mauricio Macri recorrió este viernes los trabajos viales para transformar en autopista el tramo Pilar-Pergamino de la Ruta 8 en la provincia de Buenos Aires y sostuvo que “las obras dejaron de ser sinónimo de corrupción y escándalos”.
“No es solamente esta ruta que estamos transformando en autopista. Esto es en todas las rutas de la Argentina, que son la imagen de la desidia y por las que había que hacer algo. Por eso, lanzamos un plan de vialidad como hace años no se hacía en el país”, recalcó el mandatario, quien estuvo acompañado por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, autoridades municipales y trabajadores.
Siguiendo esa línea agregó: “Estas máquinas cambian vida y nos cuidan, porque hacen una nueva realidad. No son obras que hemos encarado por un tema electoral, rápido, mal hechas, con parches. Son obras de máxima calidad para que duren toda la vida. Lo mismo que las escuelas, los hospitales, las cloacas, el agua potable, los aeropuertos y los trenes”.
Además, señaló que “hay que ocuparse del futuro” y que estas obras son para “cuidar la vida de los argentinos” ya que “entre 2015 y 2018 murieron 168 personas en accidentes viales”. Por último, aseguró todo lo hecho en su gestión lo encaró “con la misma seriedad, para que todo funcione y ayude a crecer al país”.
La totalidad de la obra abarca 168 kilómetros divididos en nueve tramos con una inversión de más de 20.000 millones de pesos. Los trabajos se inscriben en el marco del Plan Nacional de Vialidad, que busca “mejorar la seguridad vial, recortar los tiempos de viaje y reducir los costos del transporte para las miles de personas que recorren diariamente este tramo de la Ruta 8”, la cual atraviesa las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y San Luis.
