Avellaneda: Encuentran muerto al acusado de haber asesinado a un empleado de una financiera

Se trata de Néstor Rodríguez Assimonitti, quien estaba detenido en la comisaría de Dock Sud como imputado del crimen de Mario Barrios.

Un hombre que había sido detenido por el crimen de su pareja, un empleado de una financiera encontrado asesinado a puñaladas en junio en su departamento de Avellaneda, fue hallado muerto este miércoles en una celda de la comisaría en la que estaba alojado, en un caso aparente de suicidio.

Se trata de Néstor Rodríguez Assimonitti (48), de nacionalidad uruguaya, quien estaba detenido en la seccional de Dock Sud como imputado del crimen de Mario Barrios (58).

Fuentes judiciales informaron a la agencia estatal Télam que el acusado fue encontrado muerto alrededor de las 7 de esta mañana por personal policial en una de las celdas de la mencionada comisaría.

En principio, los pesquisas creen que Rodríguez se suicidó tras anudar sus propias prendas de vestir, aunque el fiscal Elbio Laborde dispuso que se realice la autopsia para determinar las causas del deceso.

El caso

Barrios había sido hallado asesinado en la madrugada del 24 de junio en el departamento 7, del tercer piso de la torre 4 del complejo Torres Pueyrredón, situado a metros del puente homónimo, sobre el pasaje Patricios al 200 entre Manuel Estévez y Belisario Hueyo, de Avellaneda.

De acuerdo con las fuentes, fue su cuñada -pareja de su hermano- quien subió a la vivienda preocupada porque hacía casi una semana que no sabían nada de él y no contestaba los llamados.

La mujer subió con personal de seguridad y al no contestar el timbre y solo escuchar a los perros, se decidió llamar a la Policía y a los bomberos, que tuvieron que romper la puerta, que estaba cerrada con llave.

Los efectivos hallaron el cuerpo de la víctima en el comedor, tirado boca abajo y atado con cinta de embalar transparente alrededor de los tobillos, de las muñecas y del torso.

Barrios presentaba visibles lesiones en la cabeza y puñaladas en el rostro y, además, heridas aparentemente post mortem provocadas en algunas partes blandas de la cara por los tres perros que estaban en el departamento, uno de ellos de la raza salchicha.

Al lugar acudió de inmediato el fiscal Laborde, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada de Avellaneda, para impartir las primeras directivas investigativas.

La médica forense que acudió a recolectar el cadáver vio que a simple vista Barrios tenía dos puñaladas en el rostro, que le entraron por una mejilla y llegaron al mentón, que le causaron morir desangrado tras varias horas de agonía.

Además, al lado del cadáver los peritos encontraron solo la punta de la hoja de un cuchillo de mesa que se quebró y que el asesino se llevó consigo, ya que en la escena no fue hallado.

El hermano de Barrios declaró que nada sabía de él desde el 18 de junio y contó que la víctima tenía hace unos seis meses una relación sentimental con Rodríguez, de quien tampoco supo nada más, ya que no contestaba su teléfono celular.

Si bien ese hombre supuestamente no vivía con la víctima en forma permanente, a partir de los relatos obtenidos en el edificio donde se lo veía en forma frecuente, el fiscal cree que durante estos meses en los que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus, el uruguayo estaba instalado y pasando la cuarentena con Barrios.

Efectivos de la comisaría de Avellaneda detuvieron esa noche al sospechoso en la calle Deán Funes de Avellaneda, mientras merodeaba en inmediaciones de un barrio con numerosa comunidad peruana, donde los investigadores creen que se había refugiado.

Rodríguez, quien ya había sido detenido el pasado 6 de junio por tenencia de estupefacientes junto a otro persona, había sido imputado por el delito de “homicidio agravado”.